Teoría del Proceso Oponente: Entendiendo el Cambio Emocional
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Teoría del Proceso Oponente de Solomon y Corbit: Una Explicación del Cambio Emocional
La teoría del proceso oponente ofrece una explicación del cambio emocional. Muestra que si un estímulo causa una emoción intensa, por ejemplo, miedo o placer, después, cuando termina el estímulo, ocurre una emoción opuesta. Si una persona tiene dolor y este termina, experimentará una sensación de alivio, y si está enamorado y se siente bien con su pareja, sentirá tristeza cuando ella esté ausente.
Esta teoría, desarrollada por el psicólogo Richard Solomon (1980), asume que la mayoría de las experiencias emocionales siguen un mismo patrón común: el patrón estándar de la dinámica afectiva. Toda experiencia de la vida, ya sea fisiológica o psicológica, produce una reacción afectiva primaria, estado A, que puede ser agradable (si nos regalan un ordenador) o desagradable (si tenemos que participar en una oposición).
Para un adolescente, recibir un ordenador provoca una reacción emocional de alegría, que pronto alcanzará su punto máximo (pico A). Esta emoción inicial va seguida de una fase de adaptación, en la cual la respuesta emocional disminuye hasta alcanzar un estado de equilibrio. Si un día roban el ordenador al adolescente, entonces se produce el estado B, llamado posreacción afectiva, porque aparecen sentimientos contrarios a los que experimentó cuando se lo regalaron.
¿Cómo reaccionaría el adolescente cuando tener el ordenador sea ya una rutina? El estímulo del ordenador provocaría una respuesta emocional más débil; sin embargo, la posreacción afectiva o estado B sería mayor que en el patrón estándar, porque ya está habituado a él.
Ideas Clave de la Teoría del Proceso Oponente
Las ideas más representativas de esta teoría son:
- Es una teoría homeostática. Un estímulo que despierta una emoción saca de la neutralidad afectiva al individuo. La función más importante de los mecanismos que controlan la conducta emocional es minimizar las desviaciones de la estabilidad emocional.
- La dimensión del estado A depende de la intensidad de la experiencia; cuanto más fuerte es el acontecimiento, más intenso es el estado A. El estado A activa una reacción afectiva secundaria, el estado B. Si el estado A es positivo, el estado B es negativo, y viceversa. Por ejemplo, el estado A agradable que produce la bebida inicia un estado aversivo opuesto (la resaca) y el malestar que origina la realización de un examen, al final provoca una sensación de alivio.
- Las fuerzas o procesos contrarios sirven para conservar un estado estable (piensa en dos niños que quieren mantener un columpio en equilibrio). El estado A provoca un estado B o proceso oponente, que origina la emoción contraria (sección B) y reduce la reacción afectiva primaria. La fase de adaptación del patrón estándar se debe al equilibrio producido cuando los procesos A y B han llegado a su máxima intensidad. Cuando cesa el estímulo, el proceso A desaparece rápido, y el proceso B, como no tiene nada a que oponerse, muestra las características de un proceso contrario.