La Teoría de la Selección Natural de Darwin: Fundamentos y Principios Clave
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Los Pilares de la Evolución: La Teoría de la Selección Natural de Darwin
Charles Darwin y Alfred Russel Wallace llegaron a conclusiones notablemente similares sobre la evolución de las especies. Sin embargo, fue Darwin quien desarrolló y publicó su teoría de manera exhaustiva en 1859, en su influyente obra El origen de las especies.
Para la elaboración de esta trascendental teoría, Darwin se basó en las siguientes ideas fundamentales:
- Realizó estudios exhaustivos de la flora y fauna de diversas regiones, gracias a las especies recolectadas durante sus viajes a bordo del Beagle.
- Se fundamentó en la teoría del actualismo de Charles Lyell, que postulaba que los cambios geológicos y biológicos se producen de manera gradual y continua a lo largo del tiempo.
- Observó la selección artificial practicada por agricultores y ganaderos para mejorar productos y razas, lo que le llevó a inferir que la naturaleza también podía ejercer un proceso similar: la selección natural.
- Consideró la teoría de Thomas Malthus sobre el crecimiento poblacional y la limitación de recursos, lo que le llevó a postular la lucha por la existencia (o lucha por la supervivencia) como un factor clave en la competencia por los recursos.
Principios de la Selección Natural según Darwin
Según Darwin, la selección natural se basa en los siguientes principios interconectados:
- La variabilidad de caracteres: En cualquier población, los individuos presentan variaciones aleatorias en sus características. Algunas de estas variaciones confieren ventajas en términos de supervivencia y éxito reproductivo, mientras que otras pueden ser desventajosas. Es crucial que estas características sean heredables y no meramente inducidas por el ambiente para que influyan en el proceso evolutivo.
- La lucha por la existencia (o competencia): Dada la limitación de recursos (alimento, espacio, pareja, etc.), se genera una competencia entre los organismos de una población. Es importante entender que este término no siempre implica un enfrentamiento directo, sino más bien una pugna constante por la supervivencia y la reproducción.
- La selección de los más aptos (supervivencia diferencial): Los individuos que poseen variaciones favorables tienen mayores probabilidades de sobrevivir, alcanzar la madurez y reproducirse con éxito, transmitiendo así sus rasgos a la siguiente generación. Por el contrario, aquellos con características desventajosas tienden a dejar menos descendientes, lo que provoca la disminución o desaparición de dichas características en la población a lo largo del tiempo.
- El origen de nuevas especies por adaptación: Con el transcurso del tiempo, la acumulación gradual de estas modificaciones favorables, seleccionadas a lo largo de generaciones, conduce a la formación de nuevas razas, variedades y, finalmente, a la aparición de nuevas especies, cada vez mejor adaptadas a su entorno específico.