Terremotos y Tsunamis: Definición, Medición y Origen de las Olas Gigantes
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¿Qué es un terremoto?
Un terremoto (también llamado sismo o seísmo) es la vibración del terreno producida por una brusca liberación de energía. Se produce al romperse grandes masas de roca en el interior de la Tierra. Estas fracturas de las rocas se denominan fallas.
El lugar donde se origina el terremoto recibe el nombre de foco sísmico o hipocentro. Desde el hipocentro, las vibraciones u ondas sísmicas se transmiten en todas direcciones. El punto de la superficie terrestre situado directamente sobre el hipocentro se denomina epicentro.
Magnitud e Intensidad de los Terremotos
La magnitud mide la cantidad de energía que liberan los terremotos. Se evalúa utilizando la escala de Richter, en la que cada grado superior representa aproximadamente 33 veces la energía liberada por el grado anterior.
La intensidad es la medida de los efectos del sismo sobre las personas, las construcciones y el terreno en un lugar determinado. Se mide con la escala de Mercalli, actualmente actualizada como la escala MSK (Medvedev-Sponheuer-Karnik).
Tsunami
Llamamos tsunami (o maremoto) a un conjunto de olas de enorme volumen originadas por el desplazamiento vertical de una gran masa de agua, generalmente en el fondo del mar. La mayoría de los tsunamis son producidos por terremotos cuyo epicentro se sitúa bajo el lecho marino.
Así se origina un Tsunami
- Un terremoto submarino eleva bruscamente una sección del fondo oceánico, desplazando un gran volumen de agua hacia arriba y generando las ondas del tsunami. En mar abierto, estas ondas pueden viajar a velocidades superiores a los 600 km/h.
- En alta mar, las olas del tsunami pueden tener apenas un metro de altura, pero su longitud de onda (distancia entre dos crestas sucesivas) puede alcanzar los 200 km. Además, su energía se extiende hasta el fondo marino, lo que implica que el volumen de agua desplazado por cada ola es enorme.
- Al acercarse a la costa, la profundidad disminuye. El rozamiento con el fondo marino frena la parte inferior de la ola, reduciendo su velocidad y longitud de onda. Esto provoca un "efecto de amontonamiento": la energía se concentra, la ola se estrecha y su altura aumenta drásticamente, pudiendo alcanzar decenas de metros al llegar a la orilla.