Tito Livio y la monumental historia de Roma: *Ab Urbe Condita*
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Tito Livio: Vida y Contexto Histórico
Tito Livio (Titus Livius) nace en Padua en el año 59 a. C. y muere allí en el 17 d. C., aunque vivió casi toda su vida en Roma. Contemporáneo del emperador Augusto, dedicó la mayor parte de su existencia a escribir la obra de su vida, una historia de Roma: Ab Urbe Condita (Desde la fundación de la Ciudad).
Su extensión abarcaría unas diez mil páginas de un libro actual y su intención era la de escribir una historia de Roma desde su fundación hasta la propia época del autor. Es probable que pensase en cerrar su obra con la muerte de Augusto, pero Tito Livio muere cuando había llegado al año 9 a. C.
Estructura y Conservación de *Ab Urbe Condita*
La obra constaba originalmente de 142 libros que se agrupaban en conjuntos de 10. Cada grupo se denominaba «década».
El Legado Conservado
De los 142 libros, solo se han conservado tres décadas y media, es decir, 35 libros. Estos son:
- Los diez primeros (1ª década): Narran la historia de Roma desde los orígenes hasta la Guerra Samnítica en el año 293 a. C.
- Los libros del 21 al 45: Narran los hechos acaecidos hasta el año 167 a. C.
Características Historiográficas de la Obra
Las características más destacadas de la obra de Tito Livio son:
El Género Histórico y las Fuentes
Livio escogió la variante más trabajada de la historiografía romana, la historia general. Su base es la analística, con su periodicidad anual y su rigurosa acumulación de datos. De hecho, sus fuentes son, en su mayoría, los propios analistas romanos. Su modelo clásico es la historia de Heródoto.
Conexión con la Épica y la Tragedia
Sus historias son casi enciclopédicas y conectan con su género originario, la épica, especialmente en los tiempos más remotos, donde los personajes son héroes y las fuerzas divinas actúan. También toma, a través de Cicerón, elementos de la tragedia y de la poesía.
Veracidad y Parcialidad Nacionalista
Su obra es ejemplar y busca la veracidad. El pasado de Roma es glorioso y lleno de buenos ejemplos, un espejo donde mirarse. La labor del historiador es ser fuente de regeneración política y moral, entroncando con la idea del nuevo régimen político de Augusto. Esto le condiciona en su parcialidad nacionalista.
Consigue sensación de veracidad porque es muy riguroso en el tratamiento de las fuentes, pero tuvo sus fallos, pues prefería las fuentes más recientes a las más antiguas, lo que le llevó a caer, entre otras cosas, en inexactitudes y discrepancias cronológicas.
La Preocupación Moral y el Programa de Augusto
La preocupación moral es importante. Tito Livio pretende glorificar el pasado de Roma, defendiendo en su obra los ideales del programa de reconstrucción nacional de Augusto. Los hechos y los discursos enseñan por sí mismos. Al igual que Salustio, pone discursos en boca de sus personajes. Estos