Tolerancia Religiosa y Separación Iglesia-Estado: La Perspectiva de Locke
Clasificado en Filosofía y ética
Escrito el en español con un tamaño de 3,23 KB
John Locke: Tolerancia y Separación Iglesia-Estado
Contexto Histórico
John Locke, filósofo empirista inglés del siglo XVII, argumentó que la experiencia sensible es la fuente y el límite de nuestro conocimiento. Su filosofía política sentó las bases del liberalismo moderno y defendió los ideales de la burguesía.
El Origen de las Guerras de Religión
Según Locke, las guerras de religión no se originaron en la diversidad de creencias u opiniones, sino en la intolerancia alentada por los líderes de la Iglesia.
Ideas Principales
- Los conflictos dentro del cristianismo no comenzaron por la diversidad de opiniones, sino por la intolerancia.
- Los líderes de la Iglesia utilizaron a las autoridades políticas ambiciosas y a las masas supersticiosas, convenciéndolas de que los herejes debían ser destruidos.
- Se confundieron Iglesia y Estado, dos realidades que deben estar separadas.
Relación de las Ideas
Para Locke, las guerras de religión en Europa fueron fruto de la intolerancia, no de la existencia de varias religiones. El origen de la intolerancia reside en la actitud de las autoridades eclesiásticas, que se aprovechan de la ambición de los políticos y la superstición de las masas. Esto revela la confusión entre Iglesia y Estado.
Explicación de las Ideas
En su Carta sobre la Tolerancia, Locke defiende la libertad de conciencia. Consciente de las guerras en Europa, subraya que no fue la existencia de diferentes creencias lo que las produjo, sino la intolerancia. La causa de esta intolerancia está en el comportamiento de los líderes de la Iglesia, a quienes califica de avaros con ansias de poder. Estos desean destruir a quienes mantienen otras creencias. La jerarquía eclesiástica es responsable del fanatismo que asoló Europa. Para Locke, la Iglesia Católica, intolerante y peligrosa, debe ser excluida de los beneficios de la tolerancia. El problema radica en que los líderes de la iglesia se han apropiado de un poder de coerción que solo corresponde a las autoridades civiles. La única medida disciplinaria que les corresponde es la excomunión. Los intolerantes van contra el Evangelio y la caridad. En consecuencia, la libertad de religión exige una distinción tajante entre la esfera civil y las creencias religiosas. La Iglesia busca la salvación interna y lleva a cabo el culto público a Dios. Para garantizar el respeto a la libertad de los individuos, Iglesia y Estado deben permanecer separados. La confusión de ambos ámbitos hizo triunfar la intolerancia en Europa.
Vigencia de las Ideas
La raíz de las guerras y los conflictos religiosos está en la intolerancia, tanto por parte del poder como de la religión. En la guerra de la antigua Yugoslavia, la intolerancia desempeñó un papel determinante. La tolerancia y el diálogo son los medios más adecuados para promover la convivencia pacífica. Las relaciones Iglesia-Estado se basan en la separación entre ambos ámbitos. La mayoría de los estados de nuestro entorno son aconfesionales. No obstante, en nuestra sociedad, la influencia de la religión cristiana es considerable y sus opiniones tienen un peso importante en la opinión pública.