Tomás de Aquino: Razón, Fe y la Revelación Divina en la Filosofía Medieval
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Tomás de Aquino: Un Pensador Clave del Siglo XIII
Tomás de Aquino (1225-1274), eminente filósofo cristiano del siglo XIII, nació en Roccasecca. Su obra cumbre se centró en la ambiciosa tarea de reconciliar la filosofía aristotélica con la teología cristiana. Para ello, empleó tanto la razón como la fe en sus profundos estudios de la metafísica, la filosofía, la moral y la religión. Fue miembro destacado de la orden de los dominicos y discípulo de Alberto Magno.
La Necesidad de la Teología Según Tomás de Aquino
Tomás de Aquino argumenta la imperiosa necesidad de la teología para el ser humano, basándose en tres pilares fundamentales:
1. La Salvación y el Conocimiento Integral de Dios
El fin último al que el hombre se dirige es la salvación y el conocimiento de Dios. Este conocimiento no puede ser comprendido únicamente por la razón; se requiere también la intervención de la imaginación y, crucialmente, de la fe.
2. La Accesibilidad y Veracidad del Conocimiento Divino
Si el conocimiento de la verdad de Dios dependiera solo de la razón, esta sería accesible para muy pocos y, a menudo, de manera incorrecta. Sin embargo, la revelación divina proporciona siempre un conocimiento verdadero y universalmente accesible.
3. La Teología como Ciencia de la Revelación
Aun partiendo de la filosofía, es indispensable una teología que actúe como la ciencia de la revelación, complementando y elevando el saber humano.
Armonía entre Razón y Fe: El Camino Hacia la Verdad Única
El pensamiento de Tomás de Aquino se centra en la profunda relación entre la razón y la fe, y la necesidad ineludible de esta última para alcanzar la salvación y la verdad plena. Aquino defiende la existencia de dos modos complementarios de acceder a la verdad, la cual es única y emana de Dios.
1. La Colaboración de Razón y Fe para la Verdad
El proceso del saber, según Aquino, se inicia con la premisa de que la verdad se obtiene mediante la colaboración armónica entre la razón y la fe. Aunque el conocimiento racional parte de la realidad sensible, la razón por sí misma no puede alcanzar a Dios, un ser trascendente. Por lo tanto, aunque la razón es autónoma en su esfera, necesita la ayuda de la fe. Es imposible tener una percepción sensorial perfecta de Dios, ya que no es evidente para nuestros sentidos; de ahí que la fe sea absolutamente imprescindible para comprenderlo en su totalidad.
2. Verdades Naturales y Verdades Reveladas: La Dualidad del Conocimiento
En este contexto, se distinguen verdades que conciernen al mundo natural, propias del ámbito de la filosofía y accesibles por la razón, de aquellas verdades a las que solo se puede acceder a través de la fe. Sin embargo, la verdad de Dios es de tal magnitud que requiere de ambos caminos para ser plenamente alcanzada. Tomás de Aquino subraya que, si dependiéramos únicamente de la razón, solo un selecto grupo de personas podría llegar a conocer la verdad de Dios, y aun así, de forma incompleta.
3. La Fe como Vía Imprescindible para la Verdad Divina y la Salvación
Finalmente, Tomás de Aquino reafirma que para alcanzar la salvación, es indispensable poseer el conocimiento de la verdad de Dios. Para lograrlo, los seres humanos deben ser instruidos mediante la revelación divina y, fundamentalmente, deben poseer una fe sólida, ya que sin ella, la única y verdadera verdad, que es Dios, no puede ser plenamente comprendida ni alcanzada.