El tragaluz ejemplos vividos en el futuro

La tragedia, para Buero Vallejo, supone una mirada lúcida sobre el hombre y el mundo, pero no una visión pesimista pretende Inquietar planteando problemas pero sin imponer soluciones. E l final de sus obras suele ser un interrogante lanzado al espectador; y es el espectador quien ha de prolongar, con su refle­xión personal, conflicto que ha quedado de algún modo abierto. De ahí que la tragedia de buero se proponga también la catarsis, que el entendía como perfeccionamiento interior, lo que por fuerza implica la necesidad de una superación personal y también la lucha contra todas aquellas fuerzas que se oponen al desarrollo de la dignidad humana. Para el, el núcleo esencial de la tragedia es la esperanza. La tragedia se convierte en una lucha del hombre con sus limitaciones.
Realismo simbólico Buero Vallejo intenta siempre armonizar unos conté­nidos de hondo sentido crítico con sus preocupaciones estéticas desde una visión trágica. Para él, el teatro social aborda toda la problemática humana y los problemas de clase, en sus obras siempre busca un doble enfoque:
El existencial, meditación sobre el sentido de la vida, y el social, que denuncia las injusticias concretas.
EL TRAGALUZ El tragaluz fue estrenado en el Teatro Bellas Artes el 7 de Octubre de 1967. Reúne las dos vertientes del teatro de Buero Vallejo, la social y política, pues es la historia de una familia española destrozada por la Guerra Civil, y su pre­caria forma de vida, en un semisótano, excepto el hijo mayor, que es un opor­tunista típico de esta sociedad y de este tiempo. Pero también la existencial, porque ahonda en ciertos aspectos de la condición humana; sobre todo se consigue con la pregunta, existencial, que el padre, sumido en su locura.

El tragaluz es, pues, un drama social y también un drama del ser y el conocer. Porque Buero Vallejo ha querido fundir ambos conflictos (Él y ella son dos investigadores de un siglo futuro, muy lejano, que se dirigen a nosotros como supuestos espectadores de ese tiempo, dándonos a conocer un experimento. Desde esa pers­pectiva imaginaria, el autor nos presenta la tragedia. Una tragedia que quiere ser total, que quiere reflejar el ser total del hombre: su realidad objetiva y su realidad subjetiva.
El autor parte de una situación social e histórica concreta. A la pregunta, « ¿quién es ése?», cabe contestar, como hace, dirigíéndose a los espectadores.
Título La obra lleva por título El tragaluz y, como subtítulo, «experimento en dos par­tes», y en ellos se resume toda la diversidad que posee la obra. El tragaluz es la imagen antitética del tren, revela lo que es Vicente: un oportunista. En su confrontación, Mario le recuerda no solamente que al subirse al tren, en aque­lla estación de posguerra, por su culpa murió la hermana pequeña y por eso no ha bajado del tren.
El subtítulo «experimento en dos partes» tiene dos significados: por un lado, es el experimento que llevan a cabo los investigadores, con una finalidad no solo científica.
Sino también para que veamos de manera más objetiva nuestra realidad con­temporánea, reconocernos en ella y juzgarla. Pero, por otro lado, es también el experimento del propio autor, que incorpora a su teatro técnicas nuevas, adaptándolas a su empeño de llegar a una visión del hombre que abarque sustancialmente su realidad objetiva y su realidad subjetiva.