Transformación Económica de España: De la Autarquía Franquista al Desarrollo (1939-1959)
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La Autarquía Franquista: Una Economía Aislada (1939-1959)
Al acabar la Guerra Civil, España era un país arruinado y sin recursos. El régimen franquista puso en marcha una política económica intervencionista y autárquica que pretendía la autosuficiencia nacional. Esta etapa se inició en 1939 con un plan de reconstrucción y con la promulgación de leyes de protección, fomento y defensa de la industria nacional.
El Estado intervino en todas las actividades económicas, lo que propició la corrupción. En 1941, se creó el Instituto Nacional de Industria (INI), del que surgieron empresas como SEAT y se nacionalizaron la compañía telefónica y RENFE.
En el sector agrícola, la producción disminuyó debido al atraso técnico y la imposición de precios oficiales. Para remediar los problemas de electricidad y almacenaje de agua, se construyeron embalses. El atraso generalizado favoreció el aumento de la pobreza extrema. Ante la escasez de alimentos, el gobierno controló su distribución mediante cartillas de racionamiento e incluso intervino la producción agrícola a través del Servicio Nacional del Trigo. El desabastecimiento generalizado propició el auge del mercado negro, favoreciendo aún más la corrupción.
El Gobierno de los Tecnócratas y la Apertura Económica
El régimen franquista se fortaleció internacionalmente gracias a hitos como la firma del Concordato de la Santa Sede y los Pactos de Madrid con Estados Unidos, así como el ingreso de España en la ONU.
La persistente crisis económica llevó a Franco a remodelar el gobierno en 1957, incluyendo a miembros del Opus Dei como Navarro Rubio, Ullastres y López Rodó. A este último se le encargó la dirección de la Oficina de Coordinación y Programación Económica. El nuevo gobierno llevó a cabo una reforma tributaria que favoreció las inversiones extranjeras y actualizó las relaciones laborales. El ingreso de España en la OECE y el FMI en 1958 posibilitó la obtención de préstamos de ayuda financiera y técnica, marcando un punto de inflexión hacia la liberalización.
El Plan de Estabilización de 1959: Fin de la Autarquía
En 1959, el Plan de Estabilización puso fin a la política autárquica y dio paso a la liberalización económica, buscando la estabilidad y el equilibrio de la balanza comercial. Se implementaron diversas medidas:
- Limitación del crédito.
- Supresión de subsidios.
- Reducción del gasto público.
- Aumento de impuestos.
- Congelación de salarios.
- Rebaja de la tasa de inflación.
Este plan favoreció las inversiones extranjeras y las importaciones, y se devaluó la peseta, sentando las bases para el posterior desarrollo económico español.