La Transformación del Pensamiento: Humanismo, Filosofía y Política en la Era Renacentista
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T8 - Renacimiento y Revolución Científica
1. Humanismo Renacentista: El Hombre como Centro
El Humanismo renacentista marcó un cambio fundamental, situando al hombre como el centro de atención. Originario de Italia, este movimiento se extendió rápidamente por toda Europa.
1.1. Orígenes y Características del Humanismo
Entre sus principales características, destacan:
- El papel importante del mundo clásico como referente cultural y filosófico.
- Una nueva visión del referente educativo, enfocada en las humanidades.
- Una marcada tendencia a la subjetividad y al desarrollo individual.
Este periodo representa una transición crucial del teocentrismo (Dios como centro) al antropocentrismo (el hombre como centro), consolidando así el humanismo. El Renacimiento humanista simboliza un renacer del cristianismo, del conocimiento y de las letras, proponiendo una relectura de la visión griega con nuevas perspectivas y opiniones.
2. Corrientes Filosóficas del Renacimiento
2.1. Platonismo y Aristotelismo
2.1.1. Platonismo Renacentista
El Platonismo resurgió con fuerza, destacando la fundación de la Academia Platónica, cuyo objetivo era recuperar las ideas de la inmortalidad del alma y del amor platónico.
- Marsilio Ficino: Su propósito fue restaurar las ideas platónicas, fusionándolas con el hermetismo y el cristianismo, creando una síntesis filosófica y espiritual.
- Giovanni Pico della Mirandola: Sostenía que el hombre se define por sus carencias y su capacidad de elección, a diferencia de los demás seres que están determinados. Su don más preciado es la libertad, que le permite moldear su propio destino.
2.1.2. Aristotelismo Renacentista
Aunque el Renacimiento es a menudo asociado con el platonismo, también fue una época de gran influencia aristotélica. Los pensadores de esta corriente se dedicaron a investigar la naturaleza, negando la intervención directa de Dios en el orden del mundo y afirmando que este es necesario, racional e inmutable en sus leyes.
2.2. El Escepticismo de Montaigne
El Escepticismo encontró en Michel de Montaigne a uno de sus máximos exponentes. Montaigne desconfiaba profundamente de los sistemas filosóficos dogmáticos y consideraba que el verdadero sabio es la persona que duda y cuestiona. Fue el inventor del ensayo como género literario y filosófico, e influyó significativamente en pensadores posteriores como Descartes.
3. La Política Moderna y el Estado
El Renacimiento también fue un periodo de profunda reflexión sobre la política moderna, replanteándose la cuestión del poder y del orden de la sociedad. Surgieron dos caminos principales:
- La vía realista: Representada por Maquiavelo, que respondía a la necesidad de un Estado-nación y de un poder centralizado fuerte para garantizar la ley y el orden.
- La vía crítica: Que se concretó en la aparición de diversas utopías, proponiendo modelos ideales de sociedad.
3.1. Nicolás Maquiavelo: Realismo Político
El punto de partida de Nicolás Maquiavelo fue la realidad concreta. Mientras el político tradicional establecía cómo debía ser el gobernante, Maquiavelo se interesaba por lo que ocurría realmente, para a partir de ello tomar decisiones en función de algo concreto. Su obra pretendía dar consejos útiles y pragmáticos a los gobernantes.
3.1.1. El Príncipe y la Razón de Estado
El término "maquiavélico" se asocia comúnmente a todo proceder engañoso, hipócrita y pérfido. Sin embargo, para Maquiavelo, estas conductas podían ser parte de la estrategia de un "buen" príncipe, si eran necesarias para mantener el poder y la estabilidad del Estado.
3.1.2. Fines y Medios en la Política Maquiavélica
Maquiavelo era un firme partidario de un Estado ordenado y unido, basado en dos pilares fundamentales:
- Orden: Que el conjunto de la ciudadanía pueda desarrollar sus obligaciones y quehaceres en un marco de estabilidad.
- Unión: Considerada prioritaria para evitar que el Estado sea invadido y expoliado por fuerzas extranjeras. Por ello, era partidario de un ejército profesional y formado por ciudadanos.
Para Maquiavelo, la única forma de lograr un Estado ordenado y unido es mediante un gobernante fuerte, capaz de imponer su voluntad. Este gobernante puede emplear cualquier medio para lograr su fin, ya que, en aras de la supervivencia y la estabilidad del Estado, se considera que está por encima de las leyes convencionales.