Transformación Política en Francia: De los Estados Generales a la Constitución de 1791
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El Inicio de la Revolución: De los Estados Generales a la Asamblea Nacional
El 5 de mayo de 1789, Luis XVI inauguró los Estados Generales en Versalles. Los debates quedaron bloqueados por la exigencia del Tercer Estado de que las votaciones fueran nominales: un voto por representante, y no un voto por estamento. Ante su rechazo, los representantes del Tercer Estado, apoyados por algunos miembros de los grupos privilegiados, decidieron constituirse en Asamblea Nacional el 17 de junio.
El Juramento del Juego de Pelota: Un Compromiso Constitucional
Mediante un gesto revolucionario, los miembros de la Asamblea pasaron a considerarse representantes de la soberanía de la nación francesa. El rey intentó frenar la revolución y la disolvió, pero los diputados se trasladaron a la sala del Juego de Pelota y acordaron «no disolverse en tanto no se haya establecido una Constitución».
La Obra Legislativa de la Asamblea Nacional Constituyente
A la revolución política se añadió la revolución popular. Una vez consolidado el poder de la Asamblea frente al monarca, decidieron crear una Guardia Nacional que garantizara la supervivencia de la revolución, e iniciaron una importante obra legislativa en la que destacaron:
- Abolición del Régimen Feudal: El 4 de agosto, con la supresión de todos los derechos señoriales.
- Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano: El 26 de agosto, que garantizaba los derechos individuales, la soberanía nacional y la igualdad jurídica, eliminando el sistema estamental y la monarquía absoluta.
- Nacionalización y Venta de Bienes: Para afrontar los problemas financieros del país, se nacionalizaron y vendieron los bienes de la Corona, de la Iglesia y de los nobles que habían emigrado al estallar la revolución.
La Constitución de 1791 y el Fin de la Monarquía Absoluta
El Rol de Luis XVI y la Nueva Estructura Política
Luis XVI intentó oponerse, pero las mujeres parisinas le obligaron a firmar estas leyes y a trasladarse con su familia al palacio de las Tullerías. Con el rey anulado por el ímpetu revolucionario, la Asamblea inició los trámites para dotar a Francia de una Constitución. La ideología determinó su situación en la sala de reuniones: a la derecha, el Antiguo Régimen; en el centro, una monarquía constitucional; y a la izquierda, la revolución o incluso una república. Finalmente, salieron adelante las propuestas del centro y, el 3 de septiembre de 1791, fue promulgada una Constitución por la que Francia pasaba a convertirse en una monarquía constitucional.