La Transformación Socioeconómica y Geográfica de España en el Siglo XIX: Campo, Industria y Ferrocarril

Estructura Socioeconómica de la España del Siglo XIX

La España Rural del Siglo XIX

El campo español se caracterizó por los siguientes aspectos:

1. Predominancia económica: Las actividades agrarias constituyeron el principal sector productivo (65% de la población ocupada).
2. Productividad limitada: La escasez de inversiones provocó que los productos españoles no fueran ni suficientes ni competitivos, por lo que se tuvieron que importar productos.
3. Escasez de propietarios: El gran precio de las tierras impidió a los pequeños y medianos campesinos convertirse en propietarios; fueron forzados a trabajar como arrendatarios (lo cual no favorecía las inversiones) o jornaleros.
4. Éxodo rural: El desempleo, los bajos salarios y las expectativas laborales favorecieron la emigración hacia las capitales de provincia, regiones urbanas de la costa y regiones industriales.

Industrialización, Comercio y Comunicaciones

La Industrialización Tardía en España

La industrialización de España fue tardía, incompleta y limitada a escasas regiones debido a una serie de factores estructurales:

• Deficiente red de comunicaciones.
• Inestabilidad política.
• Proteccionismo industrial que conllevaba la escasa competitividad en el mercado internacional de los productos españoles por su mayor precio y baja calidad.
• Ausencia de materias primas clave.
• Independencia colonial, lo que supuso la pérdida de materias primas baratas.
• Mercado interior débil debido al insuficiente crecimiento de la población.
• Escasez de capital.
• Dependencia del exterior.

La industrialización provocó desequilibrios territoriales, ya que solo se concentró en áreas costeras. Los sectores industriales más importantes fueron:

Sectores Industriales Clave

1. Industria textil: Concentrada en Cataluña (Barcelona).

Reservados todos los derechos. No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.

Siderurgia: Desarrollada principalmente en Asturias y Vizcaya. Minería: Carbón en Asturias, hierro en Vizcaya, cobre en Riotinto (Huelva). La Ley de Minas (1868) liberalizó el sector, pasando muchas explotaciones a manos extranjeras. Otros sectores: Aceitero (Andalucía), vinícola (Castilla, Andalucía), naval (Vizcaya).

El Comercio Exterior

Aunque el comercio exterior creció durante el siglo XIX, no lo hizo al mismo ritmo que en el resto de Europa. Se exportaban materias primas y se importaban manufacturas. Se aplicó una política proteccionista debido a la mayor calidad y menor precio de materias primas y productos extranjeros, estableciendo impuestos y aranceles. Esta medida ayudó a la industria textil catalana, el cereal castellano, el carbón asturiano y la siderurgia vasca. Los comerciantes y consumidores (perjudicados por el encarecimiento y la bajada de calidad) defendían el librecambismo.

Desarrollo de las Comunicaciones

Un mercado nacional fuerte requería de una mejora urgente del sistema de comunicaciones. La red de carreteras pasó de 9.000 km (1840) a 40.000 km (1900), se ampliaron puertos (Barcelona y Bilbao) y se impulsó la creación de empresas navieras vascas.

El Ferrocarril: Motor de la Modernización

La medida más importante fue la implantación del ferrocarril. Se implantó tarde debido a la accidentada orografía española y la insuficiencia de recursos. Las primeras líneas fueron Barcelona-Mataró (1848), Madrid-Aranjuez (1851) y Gijón-Langreo (1852). El sector recibió un gran impulso con la Ley General de Ferrocarriles (1855), que buscaba planificar la red ferroviaria y atraer inversores. Para ello, permitieron a compañías extranjeras construir el ferrocarril, convirtiéndolo en una inversión público-privada. La red pasó de 200 a 13.000 km, aunque no ocurrió la industrialización esperada debido a que la importación del material limitó la creación de una industria metalúrgica nacional potente.