Transformaciones Agrícolas e Industrialización: Un Estudio Histórico
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La revolución agrícola, una serie de transformaciones en la agricultura, hicieron posible un notable aumento de la producción de alimentos, que a su vez permitió la supervivencia de una población en rápido crecimiento. Las tres innovaciones agrarias más importantes fueron los cambios en el sistema de cultivo, la introducción de nuevas máquinas y la nueva estructura de la propiedad.
El Sistema Norfolk
El Sistema Norfolk combinaba la siembra de cereales con plantas forrajeras, permitiendo suprimir el barbecho. Nabos, tréboles y alfalfa ayudaron a fijar nitrógeno al suelo y aumentaron la producción de forraje. Se incrementó también la cabaña ganadera cuyo estiércol mejoró la fertilidad de la tierra. La introducción de nuevos métodos de siembra, de nuevas herramientas, de nuevos cultivos (patatas, maíz...) y de nuevos fertilizantes permitieron aumentar y diversificar la producción.
La Industrialización del Continente
A finales del siglo XVII y a lo largo del XIX, el proceso industrializador se expandió por el continente europeo. En el resto del mundo, tan solo en E.U. y Japón se produjo un desarrollo de la industria semejante al europeo. Las transformaciones económicas se iniciaron en Francia y Bélgica, donde tuvo menor peso el sector textil, y la industrialización se sustentó en la explotación de los ricos yacimientos de carbón, una agricultura desarrollada, una buena red de transportes y un activo comercio. Alemania cimentó su desarrollo industrial en la abundancia de carbón y hierro. En la Europa meridional, el crecimiento industrial fue más tardío y lento y en muchos casos incompleto. En Italia y España coexistían áreas industrializadas que constituyeron un lastre para la plena industrialización de estos países. En la Europa oriental, el Antiguo Régimen permaneció vigente durante todo el siglo XIX.
Capital, Trabajo y Mercado
El capitalismo se configuró como un sistema en el que los instrumentos de producción, y lo que se produce con ellos, son propiedad privada. Se concentra en solo una parte de la población, llamada burguesía o capitalistas, mientras la mayoría, los asalariados o proletariado, no poseen más que su capacidad para el trabajo, que alquilan a cambio de un salario. Trabajadores y empresarios se relacionan mediante el mercado. El capitalismo tiene como objetivo la búsqueda del máximo beneficio individual. Los propietarios de los medios de producción pretenden maximizar el beneficio obtenido con su propiedad, mientras que los asalariados persiguen un salario más alto. Los desajustes entre oferta y demanda provocan crisis periódicas, que se corrigen ajustando los costes o la producción. A lo largo del siglo XIX, desaparecieron las crisis de subsistencia, pero no las situaciones de crisis económica. En ellas, los productos no se venden, los precios caen, los beneficios bajan, las empresas cierran y el paro aumenta.
La Nueva Sociedad Industrial
La consolidación de la producción fabril arruinó a la mayor parte de los artesanos. Muchos campesinos y artesanos pasaron a engrosar las filas del naciente proletariado industrial. Hasta la Revolución Industrial, la tierra fue la principal fuente de poder. Surgió una nueva clase, la burguesía, cuya riqueza aumentó a un ritmo muy rápido y disputó a la aristocracia su preeminencia social. En el nuevo mundo industrial, los empresarios, banqueros y grandes propietarios agrícolas formaban esta burguesía, que se convirtió en la élite social. Los nuevos valores burgueses se basaban en la exaltación de la propiedad privada, el trabajo, el ahorro y el individualismo. Eran los jóvenes varones de estas familias quienes accedían a la enseñanza secundaria y a la universidad, las élites políticas, científicas y culturales de esta clase social. En medio de esta élite económica y los trabajadores fabriles surgió la clase media, cuyo rasgo común era que no ejercía un trabajo manual. Estaba formada por profesionales liberales, que alcanzaron una gran importancia en la sociedad industrial. Los asalariados constituían el grueso de la fuerza de trabajo, necesaria para mover las máquinas y producir los bienes. Sueldos...