Transformaciones de España: Guerra, Liberalismo y Absolutismo (1808-1833)

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La Guerra de la Independencia Española (1808-1814)

La ocupación francesa de España provocó el levantamiento del pueblo español. La resistencia fue feroz, destacando los sitios de Zaragoza y Gerona. Las tropas invasoras tuvieron que hacer frente a la acción de guerrilleros como Espoz y Mina o "El Empecinado", que desgastaron al ejército napoleónico.

Victorias clave como la de Bailén, bajo la estrategia del general Castaños, o la de Arapiles en 1812, permitieron el avance de las tropas hispano-inglesas hacia Castilla. Durante el conflicto, se crearon juntas provinciales y una Junta Central, impulsadas por el sector ilustrado con una clara visión de cambio político y social.

Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812

La primera fase de la revolución burguesa en España se llevó a cabo entre 1810 y 1814 a través de las Cortes de Cádiz. En ellas, triunfaron las propuestas liberales de figuras prominentes como el Conde de Toreno, Agustín Argüelles o Diego Muñoz Torrero. Las Cortes buscaron transformar profundamente la sociedad española: su objetivo principal fue acabar con la sociedad estamental y los señoríos jurisdiccionales. Además, suprimieron la Inquisición y establecieron la libertad de trabajo.

El culmen de su labor fue la promulgación de la Constitución de 1812, conocida popularmente como "La Pepa". Aunque de carácter liberal, es importante destacar que era confesional, reconociendo la religión católica como la única del Estado. Sin embargo, el regreso de Fernando VII en 1814 acabó abruptamente con este proceso reformista.

Las huellas de la guerra y sus consecuencias se advirtieron profundamente en el campo de la economía, que quedó devastada.

Contexto Cultural: El Romanticismo y Goya

En este periodo, el Romanticismo literario existencial comenzó a florecer, reflejando un sentir general. El pueblo español, inmerso en un conflicto de gran magnitud, vivía de acuerdo con patrones románticos de heroísmo y pasión. Artísticamente, destaca la figura de Francisco de Goya, cuyas obras capturaron la crudeza de la guerra y la complejidad de la sociedad de su tiempo.

El Reinado de Fernando VII (1814-1833)

Cuando Fernando VII regresó a España, mediante el Decreto de 4 de mayo de 1814, restableció el Antiguo Régimen, derogando toda la legislación de Cádiz y persiguiendo a los liberales.

Primera Etapa Absolutista (1814-1820)

Durante esta fase, se intentó volver a la sociedad estamental y restaurar el poder absoluto del monarca. Los liberales, por su parte, actuaron a través de conspiraciones y pronunciamientos militares, aunque la mayoría fracasaron, como los liderados por Espoz y Mina, Porlier o Lacy. Un hecho cultural relevante de este periodo fue la donación por parte del rey al pueblo del Museo del Prado en 1819.

El Trienio Liberal (1820-1823)

En 1820, el pronunciamiento de Riego en Cabezas de San Juan triunfó, obligando a Fernando VII a jurar la Constitución de 1812 y dando inicio al Trienio Liberal. Durante este periodo, los liberales se escindieron en dos facciones principales: los moderados o doceañistas, partidarios de reformas más graduales y de un compromiso con la monarquía, y los exaltados, que buscaban liquidar de forma más radical el Antiguo Régimen.

Los absolutistas, con el apoyo de la Santa Alianza, constituyeron una Regencia en Seo de Urgel y solicitaron la intervención extranjera. Finalmente, el ejército del Duque de Angulema, conocido como los Cien Mil Hijos de San Luis, invadió España en 1823 y restauró el absolutismo.

La Década Ominosa (1823-1833)

La tercera y última etapa del reinado de Fernando VII, conocida como la Década Ominosa, dio paso a una política de cambios, aunque muy limitados. Con la figura de Luis López Ballesteros en Hacienda, se inició una leve reforma tributaria. Hubo una recuperación demográfica y económica, y se creó la Bolsa de Madrid. A pesar de estas tímidas reformas, los liberales fueron duramente perseguidos.

La adopción de algunas de estas reformas provocó que una facción absolutista más radical, los ultrarrealistas, radicalizara sus posiciones. Al plantearse el problema sucesorio, con la falta de descendencia masculina del rey, nació el carlismo. El monarca, en 1830, firmó la Pragmática Sanción, que anulaba la Ley Sálica y aseguraba el trono a su hija, Isabel II, en detrimento de su hermano Carlos María Isidro.

La Emancipación de la América Española

El proceso de independencia de las colonias americanas fue complejo y multifactorial. Entre las causas, se encuentra la madurez alcanzada por las comunidades criollas, las quejas administrativas contra la metrópoli y la profunda influencia de las ideas ilustradas y revolucionarias (como la independencia de EE. UU. o la Revolución Francesa).

El proceso se desencadenó de forma definitiva al ser ocupada España por las tropas de Napoleón, lo que generó un vacío de poder y la formación de juntas en América. Figuras clave como Simón Bolívar y José de San Martín lideraron la liberación del continente sudamericano, con batallas decisivas como la de Ayacucho en 1824. En México, Agustín de Iturbide declaró la independencia del virreinato.

Las nuevas repúblicas hispanoamericanas, una vez lograda su independencia, sufrirían una inestabilidad política y social casi crónica durante décadas.

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