La Transición Demográfica: Cambios Poblacionales y sus Efectos
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Los cambios en la población se encuentran entre los efectos más sorprendentes de la Revolución Industrial.
Sobre todo, la mejora de la esperanza de vida. Este aumento se debe fundamentalmente a la caída de la tasa de mortalidad. También la tasa de natalidad disminuye, y es precisamente este cambio drástico del régimen demográfico lo que se conoce con el nombre de transición demográfica.
La adecuación de la tasa de natalidad a la tasa de mortalidad se produce con retraso, lo que genera grandes aumentos de población. Esto se produce generalmente en países muy poblados, como China.
Causas de la Disminución de la Mortalidad
Las causas de la disminución de la mortalidad son principalmente tres:
- Los progresos de la medicina (ligados a la ciencia y la tecnología).
- La mejora en la nutrición.
- La mejora en la higiene.
Gracias a las vacunas y los antibióticos, disminuyeron las epidemias, y una mejora en la higiene elevó la esperanza de vida.
(Nota: En contraste, hoy día la alimentación excesiva es fuente de enfermedades graves, incluso mortales).
Efectos de la Transición Demográfica
Los efectos de la transición demográfica han hecho que la vida media sea más larga, lo que ha permitido:
- Reducir el esfuerzo asociado a la educación de los hijos.
- Incrementar la participación de la población en el empleo.
- Permitir periodos de estudio más largos.
Y, en consecuencia, ha tenido beneficios en la especialización del trabajo y en las economías de escala.
Sin embargo, también se dan efectos negativos, particularmente en los países en vías de desarrollo, ligados a:
- La aglomeración de la población.
- La contaminación.
- El paro.
- El envejecimiento de la población.
Tendencias Recientes en Países Desarrollados
Últimamente, en los países desarrollados, hemos llegado a una disminución de la natalidad que conduce a una reducción de la población y a una proporción mucho mayor de personas mayores.
La familia se ha reducido en tamaño, con menos hijos. Factores como el aumento de los divorcios, la diversificación de los modelos familiares y una notable disminución de la fertilidad (que impulsa a la reproducción asistida) han contribuido a esta tendencia y a la reducción de la natalidad.
Se trata de un escenario que no puede gobernarse solo con instrumentos tecnológicos.