Trastornos de la Percepción

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Trastornos de la Percepción

Las alucinaciones son un componente representativo de los trastornos de este grupo, junto con los delirios. La sensopercepción constituye una forma superior de conocimiento. El acto perceptivo pone en relación nuestra conciencia con el mundo exterior a través de la aprehensión de datos sensoriales concretos y manifiestos.

Según Jaspers, llamamos "objeto" a todo lo que está frente a nosotros, que captamos, pensamos, reconocemos; a todo aquello a lo que podemos estar dirigidos respecto de algo que está enfrente, sea real o irreal, evidente o abstracto.

Trastornos de la Percepción

Motivos Orgánicos

Teniendo en cuenta la secuencia de la información sensorial para constituir una auténtica percepción, podemos encontrar que alteraciones en la estructura anatómico-fisiológica de dichas secuencias van a dar lugar a fallos de la correspondiente función perceptiva. En este apartado podemos incluir los trastornos del reconocimiento conocidos con el nombre de "agnosias", ya que a pesar de no estar alterada/afectada la función de los órganos de los sentidos ni de las vías aferentes al cerebro, el reconocimiento óptico, táctil y acústico no se logra cuando las impresiones sensoriales actuales no pueden hacerse concordar con el material amnésico anteriormente adquirido.

Scharfetter distingue:

  • Agnosia óptica: que a su vez puede consistir en:
    • Trastorno de la orientación óptico-espacial que aparece en las lesiones parietooccipitales, casi siempre del hemisferio no dominante.
    • Agnosia relativa a objetos y personas que aparece en lesiones occipitales bilaterales.
    • Agnosia para los colores.
    • Agnosia para los signos gráficos.
    • Agnosia para los números.
  • Agnosia acústica: no reconocimiento del significado de las palabras, de los ruidos, de las melodías. Aparecen lesiones del lóbulo temporal.
  • Agnosia táctil: incapacidad para reconocer objetos mediante el tacto.
  • Somotognosia: agnosia referida a la orientación respecto al propio cuerpo, que aparece en lesiones del lóbulo parietal.
  • Prosopagnosia o agnosia de las fisionomías: es la incapacidad para reconocer caras conocidas.

Motivos Psíquicos

Puede ocurrir en determinadas situaciones, como vivencias traumatizantes, que surge un fallo perceptivo psicógeno como ceguera, sordera. La motivación básica de estos trastornos psicógenos es múltiple; en muchos casos posee un significado simbólico (no querer ver, oír…) y en parte entran en el cuadro de las neurosis y de los trastornos de ansiedad.

Anomalías de la Percepción

Los trastornos de la percepción se dividen en distorsiones y en engaños sensoriales. En las distorsiones o anomalías de la percepción existe un objeto real que se percibe de forma distorsionada. Hay una modificación de la percepción que resulta del cambio de la intensidad o de la cualidad o de la forma espacial o de la integración de la misma.

Distorsiones

Alteraciones según la Intensidad

Dentro de este grupo hay una disminución de la intensidad de la percepción, imágenes menos vivaces y nítidas, y su contrario, el aumento de la intensidad de las vivencias perceptivas, más vivaces y cromáticas de lo normal. Suelen ocurrir en el contexto de emociones intensas, episodios maníacos, consumo de ciertos tóxicos (LSD, mescalina…) o el producto de un aumento o disminución del umbral fisiológico. Por ejemplo, niveles elevados de ansiedad pueden disminuir el umbral sensorial auditivo, lo que hace que muchos neuróticos tengan una marcada intolerancia al ruido, o como en la depresión o en el delirium, donde el umbral disminuido puede dar lugar a la hipotesia (disminución de la emoción) por la disminución de la atención y vigilancia.

Alteraciones Cualitativas

Nos referimos a las distorsiones en uno o varios aspectos cualitativos de la percepción sensorial.

  • Desrealización: definido como el sentimiento de extrañeza extrema que acompaña a la percepción de las realidades conocidas. El entorno aparece como irreal, nebuloso, extraño e insólito. Puede darse en sujetos sanos y no es raro encontrarlo en esquizofrenias y eventualmente en depresión.
  • Sensación de proximidad o distancias insólitas: próxima a las vivencias de desrealización puede aparecer la sensación de excesiva proximidad entre el sujeto y el objeto percibido. En el caso contrario, la escisión de la percepción, definiéndolo como la sensación de lo insólito, vacío entre el objeto percibido y el objeto que percibe, que es propio de la esquizofrenia.
  • Supuesto reconocimiento: los fenómenos de lo no conocido y ya conocido como una experiencia perceptiva en sí nueva. Con frecuencia se asocia a la despersonalización y a la desrealización. Puede aparecer en personas sanas, pero se observa sobre todo en la epilepsia psicomotora.
Alteraciones en la Forma y en el Tamaño

Las metamorfopsias (alteraciones muy pequeñas) pueden referirse a objetos o a uno mismo. Además de en los sujetos sanos, en situaciones de excesivo cansancio y en lesiones de la región temporal posterior.

Referente a objetos: normalmente se produce en el campo visual y son de breve duración. Distinguimos dos tipos: las dimegalopsias, cuando afecta al tamaño percibido, y las dismorfopsias, cuando la deformación se debe a la figura. Asimismo, dentro de la dimegalopsias están las macropsias (ver de tamaño mayor) y las micropsias (de tamaño menor).

Referente a uno mismo: se conoce por el nombre de heautometamorfopsia cuando la deformación se refiere al propio cuerpo o a miembros aislados del mismo.

Alteraciones en la Integración Perceptiva

Destacamos dos fenómenos sensoriales: la escisión (el objeto percibido se desintegra en fragmentos o elementos; este fenómeno puede ceñirse solo a las formas o a la disociación entre el color y las formas) y la sinestesia (se trata de un fenómeno opuesto a la escisión. Consiste en la aglutinación de distintas cualidades sensoriales que se funden en una única experiencia perceptiva. Se define como la asociación anormal de sensaciones de manera que una sensación desencadena otra en un órgano sensorial distinto y se percibe fundida en la anterior. Suele tratarse de una vivencia acústico-musical que aparece al contemplar colores (sinestesia acústico-visual). Esta sinestesia puede aparecer en sujetos normales y en psicosis tóxicas por consumo de LSD y de mescalina).

Trastornos en la Vivencia del Tiempo

Estos trastornos pueden considerarse como trastornos de la percepción. Desde el punto de vista psicopatológico existen dos tipos de tiempo: el fisiológico (determinado por hechos físicos) y el temporal (juicio temporal acerca del paso del tiempo). Las vivencias del tiempo se ven influenciadas por el estado de ánimo, enlenteciéndose o acelerándose según el estado subjetivo de tristeza o de alegría del individuo. Así, en depresiones, el paciente siente que el tiempo se ha detenido, mientras que en los episodios maníacos el tiempo pasa rápidamente. La percepción alterada del tiempo no solo puede afectar a la duración del mismo, sino también al curso, de manera que algunos pacientes esquizofrénicos pueden describir en la fase aguda de la enfermedad la sensación de que el tiempo pasa a saltos.

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