Trastornos del Sueño en Niños: Causas, Tipos y Cómo Abordarlos
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Alteraciones del Sueño en Niños
Las alteraciones del sueño son comunes en la infancia y pueden afectar tanto a niños propensos a problemas emocionales como a aquellos muy activos. Entre las causas más frecuentes se encuentran la dentición, emociones intensas, hiperestimulación, hambre, pañal sucio o la inhibición emocional de los padres.
Tipos de Alteraciones del Sueño
Las alteraciones del sueño se clasifican principalmente en dos categorías:
A) Disomnias
Las disomnias son trastornos que afectan la cantidad, calidad y horario del sueño. Entre las más comunes se encuentran:
- Insomnio: Se caracteriza por la dificultad para conciliar el sueño. Puede ser desencadenado por perturbaciones orgánicas, dificultades en la adquisición del hábito de dormir o conflictos emocionales.
- Narcolepsia: Es un trastorno neurológico crónico causado por la incapacidad cerebral de regular los ciclos de sueño y vigilia. Los síntomas incluyen pérdida del tono muscular, alucinaciones o parálisis total al inicio o final del sueño.
- Hipersomnia: Se define como la incapacidad para mantenerse despierto durante el día.
B) Parasomnias
Las parasomnias son fenómenos anómalos que ocurren al inicio, durante o en el umbral del sueño. Son más frecuentes entre los 3 y 6 años. Entre las parasomnias más comunes se encuentran:
- Sonambulismo: Se caracteriza por conductas complejas en las que el niño se levanta de la cama y realiza acciones no ajustadas a la realidad. Ocurre durante las fases 3 y 4 del sueño lento, por lo que el niño está profundamente dormido. Si se le despierta, no recuerda nada. Suele presentarse alrededor de los 5 años. La intervención consiste en intentar reconducir al niño a la cama hablándole despacio y con masajes sencillos, evitando despertarle para que no se sienta desorientado.
- Pesadillas: Son despertares frecuentes en los que el niño tiene un recuerdo muy detallado del sueño, ya que lo ha vivido con mucho realismo. Suelen despertarse con miedo, ansiedad y gritando. Es importante tranquilizarles recordándoles que no están solos. Las pesadillas están relacionadas con el cansancio y la ansiedad. Se producen en la fase REM, hacia el final de la noche. El niño está orientado, pero con miedo, y puede explicar con detalle lo soñado.
- Terrores Nocturnos: Son episodios repetidos de despertar brusco acompañados de un grito de pánico o llanto angustioso. El niño se incorpora súbitamente en la cama con expresión de pánico y signos de ansiedad, como sudoración. No responde a estímulos y no recuerda nada, ya que se producen en la fase No REM del sueño.