Tratamiento Farmacológico y Tipos de Linfoma de Hodgkin: Optimización Terapéutica
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Tratamiento Farmacológico de la Diabetes
La dieta es un pilar fundamental en el manejo de la diabetes, y el ejercicio es muy importante, especialmente en la diabetes mellitus tipo 2 (DM2), ya que mejora la sensibilidad a la insulina. En la diabetes tipo 1, se debe tener precaución porque la hipoglucemia provocada por el ejercicio puede sumarse a la de la insulina (en ese caso, se podría ajustar la ingesta de alimentos o la dosis de insulina/glucagón). Todos los pacientes diabéticos deben recibir aspirina (AAS) debido a su elevado riesgo cardiovascular.
Antidiabéticos Orales (ADO) en DM2
Cuando la enfermedad avanza, puede ser necesario administrar insulina. Los ADO más comunes son:
- Metformina (Biguanidas): Aumenta la sensibilidad de los receptores a la insulina. Es una pastilla grande y blanca. No provoca hipoglucemia, siendo el más seguro en este aspecto. Es el segundo en potencia (después de las sulfonilureas). Puede producir acidosis, se elimina por vía renal y causa estreñimiento.
- Sulfonilureas: Análogos sintéticos de la insulina. Producen hipoglucemia, siendo los más potentes (imitan la acción de la insulina). Pueden causar acidosis y NUNCA deben combinarse con insulina.
- Inhibidores de las Disacaridasas Digestivas: Evitan la absorción de glucosa proveniente de alimentos con disacáridos (pero sí se absorben los monosacáridos). Son poco potentes y se utilizan como complemento. Pueden provocar flatulencia.
En pacientes muy graves (septicemias, UCI, etc.), que presentan acidosis, se retiran los ADO para no potenciarla. En estos casos, se administra insulina (la insulina natural no provoca acidosis).
Tipos de Insulina
- Insulina de Acción Rápida: Se utiliza para los picos de glucemia postprandial (después de comer). Su efecto dura 3-4 horas.
- Insulina de Acción Lenta: Se administra una vez al día, con un efecto prolongado de muchas horas.
Linfoma de Hodgkin: Tipos y Tratamiento
Los Linfomas de Hodgkin se clasifican en varios subtipos, cada uno con características y pronóstico distintos:
1. Predominio Linfocítico
Representa el 5-15% de los casos. Tiene el mejor pronóstico, con muchos linfocitos pero funcionales. Es frecuente en jóvenes y no suele presentar sintomatología B (Síndrome Constitucional). Responde muy bien al tratamiento con quimioterapia.
2. Esclerosis Nodular
Es el segundo más frecuente y el segundo con mejor pronóstico. Aparecen células de Hodgkin y, en baja proporción, células de Reed-Sternberg (RE). La esclerosis (fibrosis) se manifiesta con fibroblastos (FB) que envuelven a estas células en lagunas fibrosas. Es la forma más común en mujeres jóvenes. Se caracteriza por prurito nocturno y afectación del mediastino (puede causar afonía por afectación nerviosa). No suele presentar síntomas B. Tiene buen pronóstico y responde bien a la quimioterapia.
3. Celularidad Mixta
Presenta muchas células de Hodgkin y muchas células de RE, indicando una reacción inflamatoria importante (de ahí el término "mixta"). Es frecuente que se presenten síntomas B. Tiene mal pronóstico. Si se detecta en un ganglio, es probable que la enfermedad esté extendida.
4. Depleción Linfocítica
No hay linfocitos funcionales, solo células de RE. Suele acompañarse de síntomas B y se presupone una enfermedad extendida. Tiene muy mal pronóstico.
Importante: Estos no son estadios progresivos de la enfermedad, sino diferentes tipos. En los tipos 1 y 2, el tratamiento es quimioterapia, y si la enfermedad no está extendida, se puede extirpar el ganglio afectado. En los tipos 3 y 4, no se recomienda la extirpación ganglionar debido a la alta probabilidad de extensión, y se administra quimioterapia, aunque con un pronóstico desfavorable. A diferencia de los linfomas no Hodgkin, la diseminación suele ser a zonas vecinas, siendo rara la afectación de zonas lejanas.