Tratamientos Térmicos del Acero: Normalizado y Recocido

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Normalizado

El normalizado se suele emplear en piezas fundidas o forjadas con el objeto de afinar el grano de su estructura. Consiste en el calentamiento del acero hasta una temperatura de unos 50ºC por encima de A3 en el caso de aceros hipoeutectoides, o de Acm si son aceros hipereutectoides, seguido de un enfriamiento al aire. La velocidad de enfriamiento no es lo suficientemente elevada como para formar martensita, y la estructura resultante es perlita y ferrita o cementita de grano fino.

Recocido

El tratamiento del recocido consiste en calentar el acero hasta alcanzar una temperatura similar a la usada en el normalizado y a continuación someterlo a un enfriamiento muy lento. Al ser la velocidad de enfriamiento muy pequeña, las estructuras que se obtienen serán ferrito-perlíticas en el caso de aceros hipoeutectoides, o cementito-perlíticas si se trata de aceros hipereutectoides de grano grueso.

El recocido se aplica al acero para ablandarlo y proporcionarle la ductilidad y maleabilidad suficientes para conformarlo plásticamente. La diferencia entre los tratamientos de temple, normalizado y recocido radica en la velocidad de enfriamiento.

Tipos de Recocido

  • Recocido de austenización completa o de regeneración: es un recocido típico de aceros hipoeutectoides calentándolos por encima de A3. La estructura final es ferrita y perlita.
  • Recocido de austenización incompleta: es el típico de aceros hipereutectoides. La temperatura se mantiene entre A1 y Acm, coexistiendo austenita y cementita; esta última, para estabilizarse adopta una forma globular.
  • Recocido subcrítico: el acero se calienta hasta una temperatura inferior a A1, lo que evita que se produzca la austenización. La cementita de la perlita, en forma de láminas, adopta una disposición globular más estable. Se usa para ablandar los aceros hipoeutectoides.
  • Recocido isotérmico: el enfriamiento se realiza introduciendo la pieza en un horno mantenido a una temperatura constante e inferior a A1, hasta que la transformación se completa. Da lugar a una estructura más regular y homogénea.
  • Recocido de homogeneización: se usa para homogeneizar la estructura de piezas fundidas en las que existan segregaciones. Se debe realizar a temperaturas altas para acelerar al máximo la difusión.
  • Recocido de recristalización: se emplea en piezas deformadas plásticamente en frío, para restituir sus propiedades mecánicas iniciales. Es siempre un tratamiento subcrítico.
  • Recocido de relajación de tensiones: también es subcrítico y se usa para eliminar las tensiones residuales que puedan quedar en las piezas metálicas después de enfriamientos bruscos, soldaduras, etc.

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