El Turismo en España: Evolución, Características y Desafíos
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Introducción
El turismo abarca las actividades que realizan las personas durante sus viajes y estancias fuera de su entorno habitual por motivos de ocio, negocio u otras razones, por un periodo inferior a un año. En la actualidad, España se posiciona como una potencia turística, ocupando en 2023 el primer lugar en recepción de turistas, con 84 millones, e ingresos, alcanzando los 108.000 millones de euros. Esta actividad representa un 12% del PIB y el 12,5% del empleo total.
Evolución del Turismo Español
Hasta la década de 1960, el turismo era una actividad minoritaria, propia de la aristocracia y la burguesía. Sin embargo, a partir de ese momento, y hasta la crisis de 1975, experimentó un gran crecimiento gracias a factores como:
- Excelentes recursos naturales y culturales (monumentos, gastronomía, etc.).
- Bajo coste.
- Progreso del transporte (avión, automóvil).
- Desarrollo económico europeo (vacaciones).
- Existencia de infraestructuras y servicios (hoteles, agencias de viaje).
El modelo turístico implementado en esa década se caracterizó por ser un turismo de masas de “sol y playa”, con una oferta abundante y barata, concentrada en el litoral, Canarias y en la época estival, dirigida a un turista de poder adquisitivo medio-bajo. Un rasgo esencial de este modelo fue la despreocupación medioambiental, ya que se veía en el turismo el medio para financiar la industrialización y equilibrar el déficit comercial del país, además de la dependencia de los turoperadores.
Entre 1975 y 1985, el turismo español atravesó una crisis motivada por la subida del precio del petróleo, la falta de adaptación a una demanda diversa y la aparición de nuevos destinos turísticos competidores, como el Norte de África y el Caribe.
Características del Turismo Español y Tipos de Turismo
A partir de 1985, se recuperó el ritmo ascendente de turistas e ingresos (exceptuando crisis económicas como la de la primera mitad de los 90, 2008-2013 y la pandemia de COVID-19 en 2020), gracias a:
- Ingreso de España en la Unión Europea.
- Inestabilidad política en zonas competidoras.
- Incremento de la esperanza de vida.
El nuevo modelo turístico se orienta hacia una oferta de calidad dirigida a una demanda menos numerosa y más diversa, con mayor poder adquisitivo, mejor repartida en el tiempo y en el espacio, gracias a las alternativas al sol y playa. Se centra en una mayor sostenibilidad medioambiental y aumenta la contratación directa de los servicios por parte del turista (online y vuelos low cost).
Los turistas extranjeros llegan a España principalmente por motivos de ocio y vacaciones. Proceden en su mayoría de Europa (Reino Unido, Francia, Alemania e Italia). Los destinos principales son Canarias, Cataluña, Baleares, Andalucía y la Comunidad Valenciana, por lo que presenta una fuerte estacionalidad en verano. En cuanto al alojamiento, aunque el hotel sigue siendo el más demandado, crece la demanda de viviendas turísticas (300.000 plazas en 2023).
La demanda turística nacional, además del ocio y las vacaciones, incluye las visitas a familiares y amigos. Procede principalmente de la Comunidad de Madrid, Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana. Busca las costas del norte peninsular, los pueblos del interior y las zonas de montaña. Presenta menor estacionalidad estival (puentes, fines de semana, Semana Santa, etc.). El turista nacional suele contratar directamente los servicios turísticos y prefiere el alojamiento extrahotelero.
Aunque el turismo de sol y playa, de marcada estacionalidad estival, sigue predominando, aparecen otras modalidades turísticas como:
- Deportes náuticos (vela, surf, pesca).
- Turismo de salud.
- Turismo de montaña ligado a la nieve (esquí) y otras actividades como el senderismo y el alpinismo.
- Turismo ecológico o ecoturismo.
- Turismo rural (descanso).
- Turismo cultural dirigido a ciudades patrimonio de la humanidad como Toledo y Córdoba.
- Turismo de ferias y exposiciones.
- Otras modalidades turísticas emergentes: cruceros, compras, etc.
Áreas o Espacios Turísticos
Las áreas turísticas de alta densidad son las especializadas en sol y playa, y Madrid. Las áreas de sol y playa son las Islas Baleares, Canarias y la costa mediterránea peninsular. Reciben una importante afluencia turística gracias a sus características climáticas favorables y sus excelentes playas. Madrid, la capital del Estado, apenas posee estacionalidad turística y alberga una importante oferta hotelera destinada al turismo cultural y de negocios en torno a ferias, exposiciones, etc.
Las áreas turísticas con densidades medias y bajas están relacionadas con la expansión del turismo de sol y playa hacia espacios litorales próximos y con el crecimiento de otros tipos de turismo. Destacan el litoral y prelitoral mediterráneo y suratlántico como resultado de la demanda de espacios más económicos y menos saturados, así como el litoral gallego y cantábrico, que ofrecen áreas costeras e interiores no masificadas, con temperaturas suaves en verano y destacados paisajes rurales y naturales.
Además, aparecen puntos turísticos aislados que se corresponden con estaciones de esquí, centros de turismo rural y ciudades histórico-artísticas donde predominan estancias cortas de fin de semana y puentes. El resto del interior peninsular presenta densidades turísticas bajas o muy bajas.
Las Repercusiones del Turismo
El turismo genera importantes repercusiones en las áreas receptoras:
- Demográficas: Frena el despoblamiento e incrementa la población.
- Urbanísticas: Favorece la formación de conurbaciones, así como la rehabilitación del patrimonio.
- Económicas: Crea empleo, aunque estacional y precario, proporciona riqueza, impulsa otras actividades económicas (transporte, comercio, construcción), mejora la dotación de servicios, equipamientos e infraestructuras (autopistas, aeropuertos, terminales de cruceros, etc.).
- Culturales: Posibilita el contacto entre diferentes culturas.
Por otro lado, el turismo ha provocado graves repercusiones medioambientales como la construcción masiva de edificios junto a playas o espacios naturales de gran valor, la contaminación atmosférica, acústica y de las aguas, etc.
Conclusión
El turismo español es un sector en auge; el número de turistas y su gasto medio (150 euros) sigue creciendo. Sin embargo, sigue predominando el modelo de sol y playa y una marcada estacionalidad estival, donde se aprecia cierta bajada de turistas debido a la competencia de otros destinos, así como a la masificación de los espacios turísticos más demandados. Otros problemas a los que se enfrenta el sector son el impacto del Brexit en la llegada de británicos, la problemática de los apartamentos turísticos y la proliferación del “turismo de borrachera”, que están desatando casos de “turismofobia” en ciudades como Barcelona. Los retos del turismo, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, son: saber gestionar el éxito, potenciar una oferta de calidad, diversa, competitiva, sostenible y mejor repartida en el tiempo y en el espacio.