La Unificación de Italia: El Risorgimento y la Construcción de una Nación

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La Unificación de Italia: El Risorgimento y la Construcción de una Nación

A mediados del siglo XIX, Italia había desarrollado un profundo sentimiento de identidad cultural, a pesar de que su territorio se encontraba fragmentado en diversas entidades políticas. Tras el fracaso de las revoluciones nacionalistas italianas de 1830 y 1848, el Reino del Piamonte-Cerdeña, con un régimen liberal y una avanzada industrialización, asumió el liderazgo del proceso unificador.

Este proceso fue dirigido por el rey Víctor Manuel II y su primer ministro, Camillo Benso, Conde de Cavour. Cavour buscó el apoyo de la gran burguesía mediante una política económica librecambista y la ambiciosa construcción de ferrocarriles y carreteras, elementos clave para la modernización y cohesión territorial.

Para consolidar el poder del Estado, Cavour:

  • Pretendió disminuir la influencia de la Iglesia, llevando a cabo la desamortización de sus bienes, es decir, convirtiendo las tierras eclesiásticas en propiedades nacionales.
  • Fortaleció significativamente el ejército.
  • Mejoró las relaciones diplomáticas, buscando alianzas estratégicas con potencias como la Inglaterra victoriana y el Segundo Imperio Francés.

Fases Clave de la Unificación Italiana

  1. Guerra contra Austria (1858-1859)

    En 1858, Cavour firmó el acuerdo de Plombières con Napoleón III, emperador de Francia, por el cual Piamonte cedía Niza y Saboya a Francia a cambio de apoyo militar. Acto seguido, Piamonte declaró la guerra a Austria. En junio de 1859, las tropas franco-piamontesas lograron victorias decisivas en las batallas de Magenta y Solferino. Aunque Napoleón III, sin consultar a su aliado, firmó con Austria el acuerdo de Villafranca, el Reino del Piamonte acabaría recibiendo la Lombardía en la paz de Zúrich.

  2. Formación del Reino de Italia (1860-1861)

    Posteriormente, se organizaron levantamientos revolucionarios en los ducados de Parma, Módena y Toscana, así como en el territorio pontificio de la Romaña, que se unieron voluntariamente al Piamonte. En 1860, se reunió en Turín el primer parlamento ampliado del Reino. En Nápoles, el avance de Giuseppe Garibaldi y sus “Mil Camisas Rojas” puso fin al gobierno de los Borbones, y el territorio fue entregado a Víctor Manuel II.

    A su vez, el rey piamontés, en su marcha hacia el sur, recibió la adhesión del resto de los Estados Pontificios, con la excepción de Roma. Finalmente, Víctor Manuel II fue proclamado Rey de Italia en Turín el 14 de marzo de 1861 por un parlamento que representaba a todos los territorios unidos hasta la fecha.

  3. Incorporación del Véneto y Roma (1866-1870)

    El recién formado Reino de Italia, aliado con Prusia, venció a Austria en una corta guerra en 1866 y recibió el Véneto en la paz de Viena. En 1870, aprovechando la retirada de las tropas francesas de Roma debido a la Guerra Franco-Prusiana, las tropas italianas entraron en la ciudad, completando así la unificación territorial.

Desafíos del Nuevo Reino de Italia

El nuevo reino debía resolver importantes problemas y tensiones internas:

  • Los Territorios Irredentos: Zonas fronterizas con abundante población italiana (como el Trentino, Trieste, ciertas islas dálmatas, Niza y Saboya) que no fueron incluidas en el nuevo Estado y eran reivindicadas por los nacionalistas.
  • La Cuestión Romana: El Papa, despojado de sus Estados Pontificios, condenó al Reino de Italia, generando una profunda división entre la Iglesia y el Estado que tardaría décadas en resolverse.
  • Diferencias Regionales: Las marcadas disparidades entre el norte industrializado y el sur agrario de Italia se acentuaron con la unificación política, ya que no se logró una integración económica equitativa.

Contexto Geopolítico Pre-Unificación

Antes de la unificación, la península italiana estaba dividida en varias entidades:

  • Reino de Piamonte-Cerdeña: Incluía Piamonte, Saboya, Niza y Cerdeña. Era el único con un potencial industrial significativo, con Turín como cuna de la industria automovilística italiana.
  • Reino de Nápoles-Dos Sicilias: Gobernado por los Borbones españoles, carecía de poder político y económico para oponerse eficazmente a la unificación.
  • Estados Pontificios: Su importancia radicaba principalmente en el prestigio del Papa y la Santa Sede. Carecían de un ejército funcional, siendo la Guardia Suiza más protocolaria que militar.
  • Lombardía-Véneto: No eran estados independientes, sino territorios bajo dominio austríaco.
  • Ducados: Toscana, Lucca, Módena y Parma eran independientes, aunque el Congreso de Viena había establecido que serían gobernados por los Habsburgo.

Motivaciones y Estrategias Clave

Intereses de la Burguesía Piamontesa:

  • Supresión de aranceles internos para facilitar el comercio.
  • Creación de un mercado nacional unificado sin estados rivales.

Cavour y Víctor Manuel II eran conscientes de que no podían enfrentarse a Austria sin alianzas estratégicas, lo que subraya la importancia de sus maniobras diplomáticas.

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