Urbanismo y Arquitectura Monumental: Plazas Reales de París y la Visión de Vignola

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Plazas Reales de París: Urbanismo y Poder Monárquico

Enrique IV, monarca hasta 1610, fue el artífice de la transformación de París en la capital de una Francia emergente, impulsando una ambiciosa política de mejora y construcción urbana. Durante su reinado, las intervenciones se concentraron esencialmente en tres puntos clave:

  • El Louvre
  • La Place Royale
  • El Pont Neuf (el puente más antiguo de París hoy en día, que une los barrios de la Universidad y la Villa)
  • La Place Dauphine (plaza del delfín)

Estas intervenciones puntuales sentaron las bases para el concepto de plaza real francesa, actuando como núcleos iniciales de una profunda renovación urbana.

La Place Royale (hoy Plaza de los Vosgos)

La Place Royale, hoy conocida como Plaza de los Vosgos, es de planta cuadrada y está rodeada de edificios. Es una plaza urbana situada en un distrito de París que conserva de forma más clara la estructura original del Barroco. La plaza tiene un sentido de espacio cuadrado, regularizado por los edificios circundantes. En su centro, una estatua ecuestre de Enrique IV subraya el sentido monumental del espacio.

Los edificios están todos concebidos como piezas adosadas. Se observan viviendas de tres plantas con un bajocubierta, distribuidas en: un soportal (espacio porticado), una planta noble, una segunda planta y el bajocubierta. Son casas de estructura de madera, resueltas con elementos de piedra en los soportales y el resto de ladrillo.

La Place Dauphine

La Place Dauphine es una pieza de remate de la isla de la Cité, ubicada en su extremo occidental. En este caso, en lugar de colocar la estatua en la plaza, se sitúa en el extremo del triángulo, en el propio Pont Neuf. Plaza y puente están concebidos como un todo coherente. Los edificios que forman la plaza son unidades de habitación, casas de clase media, que presentan la misma estructura que los de la Place Royale.

Enrique IV, con su visión de monarca absoluto, concibió la ciudad como una extensión al servicio de la Corona y la monarquía. Estas plazas son, por tanto, precursores de esta concepción urbana al servicio del poder real.

El Proyecto de la Plaza de Francia (1610) de Claude Chastillon

El proyecto de la Plaza de Francia (1610), de Claude Chastillon, propuso modelos urbanísticos innovadores. Estos modelos se proyectan, se ejecutan y, en ocasiones, desaparecen. Estas plazas poseen un matiz político crucial, simbolizando la fuerza y la grandeza del poder real. Su diseño, a menudo en abanico, refleja la estética barroca y la concepción de la ciudad como un espectáculo, una idea con orígenes en la Roma antigua.

El Clasicismo Francés: Plazas del Siglo XVII y XVIII

En la segunda mitad del siglo XVII, periodo que denominamos Clasicismo Francés, surgieron tres plazas importantes que, a diferencia de las anteriores, fueron actuaciones puntuales y no formaron parte de un plan general. Estas tres plazas reales francesas son la Place des Victoires, la Place Vendôme y la Place de la Concorde.

La Place Vendôme (o de Luis el Grande)

La Place Vendôme (o de Luis el Grande) albergaba en su centro una escultura del monarca Luis XIV. De planta rectangular con ángulos achaflanados, la plaza se divide en dos, creando una entrada y una salida. Está delimitada por fachadas de edificios de poca profundidad, que ocultan tras de sí construcciones más bajas y de trazado irregular.

Se conocen dos proyectos principales para la Place Vendôme: uno de 1665 (atribuido a Boffrand y Jules Hardouin Mansart) y otro de 1699 (de J.H. Mansart). No solo la plaza, sino también su calle de acceso, recibieron un tratamiento urbanístico especial. Este eje, con el tiempo, influyó en el diseño de las calles adyacentes.

Los edificios, aunque viviendas, fueron tratados exteriormente como palacios, proyectando un carácter solemne, disciplinado, de fuerza y poder. La estatua ecuestre desapareció durante la Revolución Francesa, siendo reemplazada posteriormente por una columna que evoca la de Trajano, aunque la supera en altura y no guarda una relación directa con el contexto original.

Los edificios presentan un cuerpo basamental, un apilastrado único con entablamento, y frontones en los ejes de los chaflanes y en el centro de los ejes mayores.

La Place des Victoires

La Place des Victoires, de planta circular y prácticamente cerrada, alberga en su centro una escultura ecuestre de Luis XIV. Su nombre conmemora una serie de victorias militares. Los edificios presentan un cuerpo bajo porticado, con pilastras, entablamento y un cuerpo superior con mansardas.

La Place de la Concorde

La Place de la Concorde, situada en el eje que conecta el Louvre con la Place de l'Étoile (Arco del Triunfo), fue concebida bajo el reinado de Luis XV, ya en el siglo XVIII. A diferencia de las anteriores, es una plaza abierta, ubicada en el cruce de dos grandes ejes urbanos. En su centro se erigió una estatua de Luis XV. Uno de los ejes principales conecta el Louvre con el Arco del Triunfo, mientras que el otro une la Iglesia de la Madeleine con el Palacio Borbón.

Jacques-Ange Gabriel fue el encargado de diseñar dos edificios que enmarcan un plano abierto, creando una verdadera puesta en escena arquitectónica. Esto refleja la concepción de la ciudad como un espacio teatralizado. Las dos fachadas, idénticas y de composición marcadamente clásica, evidencian la persistencia del sustrato clásico renacentista en la arquitectura francesa. De estos dos edificios de Gabriel, uno presenta únicamente la fachada, mientras que el otro posee una estructura que se extiende más allá de la crujía frontal.

Giacomo Barozzi da Vignola: Sistematización y Legado Arquitectónico

Giacomo Barozzi da Vignola se preocupó de sistematizar los principios de Vitruvio en su obra fundamental, Reglas de los cinco órdenes de la arquitectura. En ella, estableció un sistema clásico de medidas muy claras para los órdenes, ilustrado con láminas de dibujos detallados. Trabajó principalmente en Roma.

Palacio Farnese en Caprarola, Lacio

El Palacio Farnese en Caprarola, Lacio, es un castillo-palacio situado en una colina. Presenta una planta pentagonal con un patio de planta circular. Sangallo compartió el proyecto e influyó en la fachada principal. El acceso se realiza mediante una escalera muy italiana, similar a la del Belvedere. En el patio se combina el arco y el dintel con una balaustrada. Destaca una escalera helicoidal con columnas dispuestas de dos en dos, y una gran decoración en las fachadas.

Iglesia del Gesù en Roma

La Iglesia del Gesù en Roma fue su último gran proyecto. Su fachada, muy característica y ampliamente imitada, fue diseñada por Giacomo della Porta. La cúpula apenas destaca. La fachada, de claro estilo manierista, se compone de dos cuerpos: uno inferior de orden corintio y uno superior rematado por un frontón con aletones laterales. Su composición es anticlasicista.

La parte baja, con sus pilastras y frontón, parece aplastada, mientras que la parte superior, con columnas y un frontón triangular, crea distintos planos. En la parte alta, aparecen huecos, uno de ellos abalconado, que permiten la entrada de luz de forma similar a los óculos y terminan en semicírculo. El movimiento del entablamento genera fuertes sombras; los saltos con ángulos pronunciados crean contrastes de luces y sombras. Un espíritu libre se manifiesta en la incorporación de elementos: dos cuerpos separados por el entablamento, y un doble frontón por encima del entablamento que alcanza la altura del zócalo del cuerpo superior.

Tres puertas de entrada conducen a una iglesia de nave única, lo que favorece la unificación espacial. Su planta de cruz latina con capillas entre contrafuertes, similar a la de San Andrés de Mantua de Alberti, se convirtió en el modelo para las iglesias jesuíticas, reflejando su intención pastoral, institucional y misional.

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