Valle-Inclán y el Esperpento: Vanguardia Teatral y Legado Literario Español
Clasificado en Lengua y literatura
Escrito el en español con un tamaño de 3,45 KB
La Obra de Valle-Inclán: Evolución y Estilo
A las Sonatas, sigue el ciclo de las Comedias Bárbaras, formado por tres obras de teatro: Águila de Blasón (1907), Romance de Lobos (1908) y Cara de Plata. En ellas aparece el ambiente rural gallego, por donde se mueven personajes extraños, violentos, con pasiones de fuerza alucinante, presididos por Don Juan de Montenegro. El lenguaje es ahora más fuerte y agrio, pero siempre musical y brillante. Con estas obras, Valle inicia su “teatro en libertad”; su fuerza dramática es incontestable.
La evolución estética se acentúa con la trilogía de novelas de La Guerra Carlista, escrita en 1908-1909, que presentan el contraste entre el heroísmo romántico de las partidas carlistas y la brutalidad de la guerra. La primera mezcla la fábula sentimental y la caricatura punzante, con personajes que son marionetas grotescas; la segunda es una deformación despiadada de la corte isabelina. Muy distinta por su tono es Divinas Palabras, un violento drama. La deformación esperpéntica está en estas obras, sobre todo en las últimas, pero es Luces de Bohemia la primera a la que Valle denomina esperpento. Con esta palabra designa el autor a esas obras suyas en las que lo trágico y lo burlesco se mezclan con una estética que quiere ser una “superación del dolor y de la risa”.
El Esperpento: Concepto y Características
El esperpento, la deformación grotesca y crítica de la realidad, busca mostrar de manera más evidente esa misma realidad, dejando al descubierto lo que la sociedad, o algún grupo de la sociedad, desean encubrir. Esto se consigue por medio de los siguientes procedimientos:
Procedimientos del Esperpento
- Presentación de los aspectos más desagradables y grotescos de los seres humanos: la deformidad, la crueldad, la estupidez. Esos rasgos se muestran por medio de prosopopeyas, animalizaciones, símiles despectivos e hipérboles.
- Empleo, en los diálogos, de un lenguaje rico y elaborado, con mezclas continuas de retoricismos, frases hechas, coloquialismos y vulgarismos.
- Empleo de vestuarios y accesorios que refuerzan la misma imagen grotesca.
- Uso de decorados que rompan el efecto de realidad, aproximándose a la estética expresionista.
- Utilización de efectos especiales, sobre todo juegos de luces, para acentuar la deformación de la realidad.
Recepción y Legado de Valle-Inclán
Durante mucho tiempo, se pensó que estas obras no eran verdadero teatro, sino “novelas dialogadas”, y que eran irrepresentables. Valle fue mucho más allá de lo que permitían las convenciones escénicas de su tiempo. No se doblegó a los prejuicios estéticos o sociales de público y empresarios. Y continuó orgullosamente su obra, aunque sus piezas hubieran de verse condenadas en su tiempo a ser “teatro para leer”. Ello explica que sus acotaciones sean tan literarias como el diálogo mismo, y que no retrocediera ante ciertos detalles efectivamente irrepresentables.
Después de producirse potentes experiencias renovadoras de las concepciones escénicas tanto en Europa como en América, en Madrid y París se redescubrió a Valle-Inclán y se vio en él a la máxima figura del teatro español de los últimos siglos, así como un verdadero vanguardista que se anticipa considerablemente a nuevas tendencias del teatro mundial.