Valle-Inclán, Luces de Bohemia y el Cruce entre Modernismo y Generación del 98

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Valle-Inclán pertenece literariamente al Modernismo e ideológicamente a la Generación del 98. El espíritu de protesta y la subversión que se inicia en el Modernismo se concreta en la Generación del 98. La característica definitoria del Modernismo va a ser el estilo, mientras que la característica del 98 será el sentido crítico.

Valle es nacionalista, en el sentido de amar a su país, España, pero su gran sentido crítico le libra de toda patriotería. La España que refleja en Luces de Bohemia es irredimible; nada ni nadie se salva. El esperpento alcanza a la totalidad de la vida nacional, ofreciendo una visión del país completamente pesimista.

Pero va más allá: la crítica nacional es crítica de la humanidad. Las relaciones humanas que se muestran están presididas por la insolidaridad, el egoísmo, la codicia, la violencia, la lujuria. Lo único que queda en pie del gran desmantelamiento nacional es el enorme sentido estético y la gran capacidad artística.

El Modernismo: Origen y Características

El Modernismo surgió en los últimos años del siglo XIX en Europa y en América con la intención de renovar la situación social y política, así como las tendencias artísticas del momento. Hay que destacar que la literatura en español desde finales del siglo XIX no tiene su centro de irradiación en España. El Modernismo, además, surge en América. Supone también una renovación y la rebeldía frente a la literatura imperante en la época. Los modernistas innovaron para encontrar otros temas y formas que estuvieran más acordes con sus inquietudes.

Los rasgos característicos del Modernismo se ven tanto en los temas como en el estilo. Da uso a una gran variedad de recursos, como por ejemplo:

  • La utilización de una gran cantidad de recursos fónicos.
  • El uso abundante de otras figuras literarias.
  • El empleo frecuente de adjetivación ornamental y de palabras exóticas, cultas y sugerentes que expresen sus sentimientos.

El Estilo de Valle-Inclán y la Creación del Esperpento

Valle muestra una consideración al lenguaje literario por sí mismo y no solo como vehículo de expresión. Establece un canon de belleza, de palabra, de estilo. Está empecinado en lo bello que nace del desprecio más absoluto por lo vulgar. Cuenta con un lenguaje revolucionario —el esperpento— mucho más eficaz que el lenguaje modernista.

En esta obra, Valle transforma y deforma a sus criaturas al pasarlas por el tamiz del esperpento y transmite una imagen monstruosa de la realidad española. No cae en la sensiblería ni en la moraleja.

El uso de un lenguaje jergal y ordinario se combina magistralmente con las figuras retóricas más audaces. Aparece el empleo de cultismos y retoricismos, herencia de un Modernismo trivializado y falso, que están presentes en la parodia del lenguaje pedante.

Otro aspecto a destacar es la selección intencionada de expresiones características del Modernismo que en el contexto de la obra resultan pedantes:

  • Hamleto (por Hamlet)
  • el divino William (por Shakespeare)

Cabe señalar como alusión que entronca el mundo de la bohemia con el Modernismo las continuas alusiones a París, a lo parisino y a los modelos literarios que inspiran este tipo de vida.

Conclusión: La Estética del Esperpento

En conclusión, Valle, con su invención del esperpento, crea una nueva estética, con un dominio del lenguaje inigualable (herencia del Modernismo), elevando a la categoría de arte incluso el lenguaje de la calle, pero poniendo todas las convenciones retóricas a su servicio para ofrecer al público una visión crítica de la España de su tiempo (noventayochismo).

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