Valle-Inclán: Un Teatro de Esperpento y Realidad
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Valle-Inclán (1866-1936): Características Teatrales
Frente a lo que él llama un teatro de "camilla casera", se declaró partidario de un teatro de numerosos escenarios y hasta de un teatro que siga el ejemplo del cine actual. Por otra parte, no se dobló a los prejuicios estéticos o sociales del público y empresarios y continuó. Al cabo de los años, se ve en él a la máxima figura del teatro español de los 3 últimos siglos, así como un verdadero vanguardista que se anticipa a nuevas tendencias del teatro mundial.
El Concepto de Esperpento
El concepto de esperpento, aparece definido por él mismo en el capítulo 12 de Luces de bohemia. Esta deformación matemática de la realidad tiene como fin poner de relieve sus aspectos más detestables. Explicaba con detalle la técnica esperpéntica. Cuando un autor mira desde abajo, la realidad aparece exaltada y los personajes se ven como héroes superiores. Si se mira al mismo nivel, se ven como nuestros hermanos. Si los miramos desde arriba, resultarán como muñecos. El esperpento tiene en las obras las siguientes consecuencias:
- Los personajes son a menudo grotescos y aparecen animalizados o muñequizados.
- Hay cambios bruscos de acción, y por ello de escenarios.
- El lenguaje sufre el mismo tipo de deformación para adaptarse a los personajes.
Obra Dramática
La división en dos comentada entre el esteticismo y su compromiso con la realidad de su tiempo ha facilitado la división de su obra en dos grandes etapas: una primera modernista y una segunda esperpéntica.
Comedias Bárbaras
Entre el modernismo y el esperpento, está compuesto por tres obras: Águila de blasón, Romance de lobos y Cara de plata. Comparten el protagonista Juan Manuel de Montenegro, representante de un mundo heroico que se descompone, contra el que se rebelan sus hijos. El mundo de la Galicia rural se representa con personajes tarados y violentos.
Farsas
Formado por obras como La marquesa Rosalinda, selecciona un espacio más estilizado y ridículo propios del siglo XVII. Divinas palabras, Luces de bohemia y Martes de carnaval.