Valores Esenciales y la Misión de la Iglesia en la Vida Cristiana

Valores Fundamentales y la Misión de la Iglesia en la Vida Cristiana

Los Valores en la Sociedad

Los valores son aquellas cualidades o actitudes que una persona posee para mejorar su dignidad, para vivir y compartir armónicamente con la sociedad. Por ejemplo: la aceptación, el agradecimiento, la esperanza, la autonomía, la alegría, entre otros.

El Vivir con Valores

Incorporamos los valores desde la niñez, y estos nos ayudan a trazar nuestro camino. Se tratan de aquellas acciones que nos guían y orientan nuestra vida.

María, Madre de la Iglesia

Madre de los creyentes, María es merecedora de todas las gracias; lleva una vida de fe, esperanza y caridad; creyó en la palabra de Dios y es modelo de nuestra vida cristiana. Todos formamos parte de un pueblo, pero los hombres del mundo pueden elegir pertenecer al Pueblo de Dios; para ello, solo es necesario participar del sacramento del Bautismo. En este Pueblo encontramos diferentes vocaciones; todos tenemos la misma dignidad, compartimos la misma vocación a la santidad y participamos de la misión de la Iglesia. Todos los bautizados —presbíteros, religiosos y laicos— participamos como miembros del Pueblo de Dios, siendo sacerdotes, profetas y reyes.

La Iglesia

La Iglesia, que intenta continuar la misión de Cristo, tiene cuatro características que repetimos en el Credo: es Una, Santa, Católica y Apostólica.

• Es Una: Cristo resucitado tiene un solo cuerpo; Él quiere unir a toda la humanidad en un solo pueblo.
• Es Santa: La Iglesia es santa porque su cabeza es Cristo; es santa por su alma, que es el Espíritu Santo; y es santa por su misión, que es la santificación de los hombres.
• Es Católica: La palabra «católica» significa universal; esto quiere decir que está llamada a expandirse sobre toda la Tierra. Cada iglesia, cada diócesis, cada parroquia es católica por estar en comunión con la Iglesia de Roma, la cual es presidida por el Papa.
• Es Apostólica: La palabra griega «apostoloi» significa «enviados». Jesús eligió a doce personas con quienes formó una comunidad y a quienes envió a bautizar y enseñar a las personas lo que Él les había enseñado. La Iglesia es apostólica porque fue y permanece edificada sobre el fundamento de los apóstoles de Jesús y sigue siendo dirigida por los sucesores de los apóstoles, a quienes asisten los presbíteros.

La Vocación a la Santidad

Por el Bautismo, todos somos llamados a la santidad. Jesús es el modelo de santidad: la misericordia, la humildad, la paciencia, la compasión, la obediencia a la voluntad de Dios, el servicio al prójimo y la bondad. Estas son virtudes en las que debemos trabajar para crecer.