Valores Morales: Subjetividad, Relativismo y la Búsqueda de Justicia y Felicidad

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Subjetivismo Moral: La Percepción Individual de los Valores

Cada sujeto entiende como un valor cosas diferentes. Estos son cambiantes y dependen de la sociedad, la cultura y la persona.

Los valores no existen independientemente de nosotros, los sujetos: somos nosotros quienes determinamos qué es un valor y qué no. Los valores existen solo porque los seres humanos los consideramos como tales; por eso, pueden reflejar nuestras apreciaciones subjetivas, nuestros deseos, intereses y circunstancias.

En este caso, la vida no es un valor por sí misma, sino porque los seres humanos consideramos que lo es. Somos nosotros quienes la apreciamos y por eso se convierte en valor moral. Cada cultura o época genera sus propios valores; esto explica que puedan ser tan diversos, porque sus circunstancias y prioridades son también diversas. Hay sociedades donde, por ejemplo, la comunidad es más importante que el individuo y otras donde es al revés.

Esta postura, llevada a su extremo, puede conducir al relativismo, que consiste en afirmar que cada cultura, época e incluso persona crea su propio código moral y que todos esos códigos son igualmente válidos.

Bien y Justicia: Ética de Máximos y Ética de Mínimos

Todos los valores morales pueden resumirse en uno: el bien. Cuando nos referimos al bien de todos, hablamos de justicia.

Si como individuos buscamos el bien, como comunidad buscamos la justicia. Bien y justicia son los valores morales principales. La justicia es la realización del bien común.

La Ética de Máximos

La ética que se ocupa de orientar la vida del individuo hacia el bien podemos denominarla ética de máximos, porque su objetivo es alcanzar la felicidad y la plenitud del individuo.

La Ética de Mínimos

La ética que busca la justicia se puede denominar ética de mínimos, porque su objetivo es encontrar unos valores y comportamientos mínimos respetados por todos que permitan una convivencia armónica.

La ética de mínimos viene a resolver la disputa entre objetivismo y subjetivismo.

No todos estamos de acuerdo en los valores necesarios para que el individuo alcance la felicidad, porque esa es una cuestión subjetiva; pero podemos ponernos de acuerdo en aquello sin lo cual nuestra vida no sería humana, porque esa es una cuestión objetiva. En otras palabras: puede no haber acuerdo en los máximos, es decir, en lo que es el bien para cada individuo, pero no queda más remedio que encontrar en los mínimos un acuerdo que rechace el abuso, la esclavitud y la discriminación.

Hay un mínimo para todas las personas a partir del cual cada individuo ya sí puede pensar en su propio bien. Que tengan lo mínimo sobre lo que construir la felicidad. Lo válido es lo que nos haga vivir con justicia y a partir de aquí buscar la felicidad. Como, por ejemplo, los derechos humanos.

Es posible y conveniente alcanzar un acuerdo razonable para todos, acerca de las condiciones y valores principales que deben presidir una sociedad humana y justa.

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