Vanguardias Artísticas del Siglo XX: Fauvismo, Expresionismo, Cubismo y Futurismo
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Fauvismo: La Revolución del Color
El Fauvismo marca el inicio de las vanguardias artísticas del siglo XX. Sus artistas se dieron a conocer en 1905 en el Salón de Otoño de París, donde el crítico Louis Vauxcelles los bautizó, en un inicio peyorativamente, como fauves (fieras). Este término alude a su principal característica: la violencia cromática. El color adquiere una importancia primordial, a menudo independizándose del objeto y utilizándose de manera arbitraria. Se aleja de la representación fiel de la realidad para convertirse en un poderoso recurso expresivo.
La línea se manifiesta en trazos gruesos y nítidos. Aunque es una pintura figurativa, la extraordinaria libertad expresiva transforma el cuadro en una entidad autónoma, independiente de la realidad. Henri Matisse es considerado el pintor más representativo de este grupo.
Expresionismo: El Reflejo del Alma
El Expresionismo es un movimiento artístico cuyo objetivo principal es plasmar los sentimientos y el mundo interior del artista. A veces, esto se manifiesta con extraordinaria violencia y angustia, sin eludir la dura crítica social. Para los expresionistas, la realidad debía vivirse desde el interior, y el cuadro debía ser la expresión de esa vivencia. La pintura se convierte en un medio para desencadenar sobre el lienzo la violencia de las propias emociones del artista.
Este fenómeno se manifiesta principalmente en Alemania. Los expresionistas utilizan un lenguaje formal agresivo, tanto en el uso de la línea y el color como en las deformaciones de las figuras, alejándose de cualquier ideal de perfección formal. A través de sus temas, realizan una profunda crítica social, reflejando con crudeza el ambiente de la Alemania de su tiempo. Destacan figuras como Ernst Ludwig Kirchner en Alemania y el belga James Ensor. Después de la Primera Guerra Mundial, surge un grupo de artistas que crean un arte duro y despiadado, reflejo de la muerte y miseria causadas por la guerra, mostrando el desorden moral de la posguerra.
Cubismo: La Deconstrucción de la Realidad
El Cubismo tiene su origen en París, a raíz de una exposición retrospectiva de Paul Cézanne en 1907. Esta exposición impresionó profundamente a un grupo de artistas, entre los que se encontraban Pablo Picasso y Georges Braque. Estos artistas valoraron la capacidad de Cézanne para reducir las formas a figuras geométricas elementales (cilindro, esfera, cono) y construir los volúmenes a partir del color.
El Cubismo representa la mayor ruptura con el arte del pasado. Es un arte cerebral que representa la realidad no como la perciben los ojos, sino como la concibe la mente, capturando lo esencial. Se caracteriza por una gran austeridad cromática, el abandono de la perspectiva tradicional y la introducción de la visión simultánea desde varios puntos de vista, abandonando el punto de vista único. Los objetos se reducen a formas geométricas esenciales y se incorpora la cuarta dimensión (el tiempo).
El volumen y la estructura son las principales preocupaciones de los cubistas, mientras que el color pasa a un segundo plano, utilizando tonos neutros (grises, negros, etc.). Aunque se sigue utilizando el óleo sobre lienzo como técnica principal, en 1912 se incorpora el collage, añadiendo al cuadro trozos de tela, papel y otros materiales.
Fases del Cubismo
- Cubismo Analítico: Se analiza el objeto descomponiéndolo en múltiples planos, hasta hacerlo casi irreconocible, como si se observara a través de un cristal tallado. El color pierde importancia, resultando en cuadros casi monocromáticos.
- Cubismo Sintético: Esta fase, iniciada en 1912, supone una evolución. Las formas son más nítidas y planas, y el objeto se reduce a sus elementos esenciales. Picasso introduce el collage con su obra "Naturaleza muerta con silla de rejilla", donde pega un trozo de hule encerado para imitar la textura de la rejilla.
Los máximos representantes del Cubismo son Pablo Picasso y Georges Braque.
Futurismo: La Celebración de la Velocidad y la Máquina
El Futurismo, inicialmente un movimiento literario, surge en Italia liderado por Filippo Tommaso Marinetti. Es un movimiento complejo y polémico que busca ser una expresión adecuada a los nuevos tiempos de la sociedad industrial, criticando fuertemente el arte del pasado. Su principal interés reside en la modernidad y en la vida transformada por la tecnología, especialmente la velocidad.
Los futuristas recurren a una técnica conocida como simultaneísmo, que consiste en repetir y superponer imágenes, creando una secuencia similar a la de una película, para representar el dinamismo y el movimiento.