Vanguardias del Siglo XX: Dinamismo Futurista y Provocación Dadaísta
Clasificado en Plástica y Educación Artística
Escrito el en español con un tamaño de 3,12 KB
Exploración de las Vanguardias Artísticas del Siglo XX
La Fuerza de la Calle: Umberto Boccioni (1911)
La pintura de Umberto Boccioni, en particular La Fuerza de la Calle, aborda esencialmente los estados de ánimo y la dinámica de la vida moderna. El cromatismo en esta obra señala la resolución del problema de la descomposición espacial cubista. Aunque la perspectiva espacial persiste, se infiere bruscamente por un ritmo de líneas de fuerza que se encuentran y se dividen en función de sus ejes. El cromatismo, en tonos sombríos pero ricos, vibra gratamente, reforzando la sensación de movimiento.
En esta obra se confirman temas centrales de la poesía del movimiento futurista, destacando la importancia de los aspectos dinámicos de la vida moderna, especialmente en vista de los futuros desarrollos de la dinámica y la mecánica. La luz se consideraba una dirección de forma que se podía dibujar, que vive con la forma "y que tiene el valor tangible de cualquier otro objeto".
El cuadro representa la inquietud de la ciudad, atravesada por las luces artificiales en la parte superior y la sensación de velocidad creada por el tranvía. Es una clara representación de la teoría futurista.
El Futurismo: Origen y Principios
El Futurismo, que tuvo su origen en Italia de 1909 a 1919, fue un movimiento de vanguardia donde sus artistas luchaban por lo nuevo. Eran agresivos en temas políticos, culturales y artísticos. En su manifiesto, se exalta el culto a la violencia, a la máquina, al dinamismo y al ultranacionalismo.
La imagen en La Fuerza de la Calle se compone de formas geométricas fragmentadas, similar a las pinturas cubistas. El predominio de tonos púrpuras demuestra la notable habilidad pictórica de Boccioni.
El Botellero: Marcel Duchamp (1914) - Ready-made (Arte Dadá)
Configurado por Marcel Duchamp en 1914, El Botellero es un "ready-made", un objeto manufacturado que no busca el interés ni en su forma ni en su función, sino que se presenta como un objeto indiferente. Fue realizado con la intención de criticar devastadoramente las obras de arte y despojar de su carácter de fetiche a todo objeto artístico.
Al firmar su primer ready-made, el célebre botellero de hierro galvanizado se convirtió en una especie de aparato de intercambio que transformó objetos de fabricación masiva en obras de arte. Duchamp elige el objeto que se convierte en obra de arte, pero no ejerce ningún control sobre la forma en que se realiza. De este modo, desvincula el objeto artístico de lo que antes se consideraba decisivo para su sentido y su originalidad.