El Viaje de Eneas: De Creta a Cartago y el Destino Trágico de Dido
Clasificado en Latín
Escrito el en
español con un tamaño de 3,04 KB
El Peregrinaje de Eneas: De Creta a la Costa Africana
Eneas partió con la flota y primero recaló en Creta. La maldición de Juno asola a sus hombres y la mayoría perece por la peste, pero los supervivientes recobran pronto las fuerzas y salen a la mar prosiguiendo su viaje.
La Intervención Divina y la Llegada a Andrómana
La diosa lanza olas embravecidas contra los marinos que al final recalan en la ciudad de Andrómana, la antigua mujer de Héctor, quien decide ayudarlos. Puesto que su marido tiene dotes proféticas, consultan el Oráculo que los advierte de las dificultades del viaje y de las grandes desgracias y penalidades que todavía deberán sufrir antes de llegar a su destino.
Los troyanos consiguen desembarcar cerca de Cartago.
El Amor Forzado y la Fascinación de Dido
Juno decide entonces forjar un loco amor entre Eneas y la reina Dido; de este modo el héroe olvidará su destino, preso de la locura de sus sentimientos. Pero su madre Venus vela por él. Acude ante Júpiter en busca de justicia y el dios calma su ira, le habla suavemente.
El Consuelo y la Profecía
- Júpiter asegura que Eneas descansará en Cártago y se enamorará de la diosa (Dido).
- Sin embargo, ese amor no le impedirá continuar su destino.
Al presentarse el héroe ante Dido, ésta se quedará fascinada y una oscura espada se clavará en su pecho. Escucha la triste historia de Eneas y siente el dolor de su propia desdicha. Ella misma se había visto obligada a huir cuando un usurpador mató a su marido y le arrebató el trono.
El Encuentro Secreto en la Cueva
Poco a poco siente un ardor poco común ante el extranjero. Juno mueve los hilos y provoca un encuentro entre ambos a traición. Durante una jornada de caza, envía una fuerte tormenta y ambos se ven obligados a refugiarse en una cueva. Allí se desata una pasión que hace que Eneas olvide por momentos su destino.
El Abandono y la Venganza de Dido
Pero Mercurio le recuerda que tiene un destino que cumplir y que su misión no es permanecer al lado de la reina. Dido lo verá partir mientras la desesperación más absoluta se cierne en su pecho. No puede soportar su abandono.
El Juramento de Odio Eterno
Maldice una y otra vez al amante que no ha podido retener y clama venganza, jura que el odio contra esos troyanos será perpetuo. No puede soportarlo. Entre lágrimas pide a su pueblo odio eterno a los descendientes de Eneas; después se atraviesa el corazón con la espada de Eneas y se exhuma en una pira.
Eneas descubre desde la lejanía las llamas pero nada sabe de la tragedia que ha provocado su marcha. Continúa su trayecto, aunque su corazón esté lleno de pesar por haber tenido que abandonar a la reina.