Vicente Huidobro y el Creacionismo: Ruptura Estética y el Manifiesto Non Serviam
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El Coloquio de los Centauros: Drama y Metafísica
Eureto finalmente dice que el hombre, con la arcilla de Prometeo y el fuego que este robó a los dioses, obtuvo la vida y, con ella, el poder sobre la muerte.
El poema se cierra con un retorno al principio; las imágenes retoman movimiento después del diálogo de los centauros sobre el tema de la muerte. Todo el poema encarna el drama de la coexistencia misteriosa de la existencia humana que se bate entre la discontinuidad de los seres con el principio y la continuidad esencial con el mismo. Por esto, el "Coloquio de los centauros" puede ser considerado como una filosofía de la existencia, un poema metafísico.
Vicente Huidobro: Promotor del Vanguardismo
Vicente Huidobro fue un poeta chileno, considerado por la crítica literaria nacional e internacional como el promotor y divulgador del movimiento poético vanguardista en Chile y América Latina en el primer tercio del siglo XX, principalmente por la propuesta y desarrollo de su teoría estética conocida como Creacionismo. Es considerado uno de los más destacados poetas chilenos, junto con Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Nicanor Parra y Pablo de Rokha.
Fundamentos y Características del Creacionismo
El Creacionismo fue un movimiento estético hispanoamericano inscrito en la llamada vanguardia del primer tercio del siglo XX. Su manifestación más importante se produjo en la poesía lírica, cuyas características principales son:
- Evitar las anécdotas y descripciones.
- Hacer énfasis en los efectos visuales.
- El uso novedoso de la tipografía.
- Permite al autor compararse con un Dios.
- La poesía es un instrumento de creación absoluta.
Trayectoria y Compromiso Político
El mismo poeta Huidobro introdujo el movimiento en España en 1918. El Creacionismo tuvo éxito entre algunos poetas de la Generación del 27, incluyendo a los españoles Juan Larrea y Gerardo Diego.
La vida literaria de Huidobro transcurrió entre la experiencia urbana del Santiago aristocrático y el París de la revolución vanguardista y experimental de los primeros decenios del siglo XX, lo que lo llevó a transitar entre una vanguardia elitista y otra más contestataria. Hacia la década del treinta, Huidobro desarrolló más ampliamente la relación entre literatura y compromiso político, proponiendo una concepción creacionista más antropológica y humanista que aquella promovida hacia 1914 en su conferencia "Non serviam", su primer manifiesto.
Este manifiesto anticipa su poética del Creacionismo al proponer un abandono de la imitación de la naturaleza, propugnando así la autonomía de la obra literaria y sosteniendo una actitud crítica contra todo realismo.
Primer Período y Ruptura con el Criollismo
La crítica ha trazado un primer período en el itinerario literario de Huidobro que va desde 1911, con la publicación de Ecos del alma, y se extiende hasta 1916, cuando publica Adán. Esta etapa se caracteriza por un aprendizaje poético forjado al alero de las tendencias literarias imperantes de esos años, sobre todo del Modernismo hispanoamericano. A este momento también pertenecen títulos como Canciones en la noche, La gruta del silencio y Las pagodas ocultas (todos publicados en 1913), y Pasando y pasando (en 1914).
Al mismo tiempo que se publica Non serviam (el manifiesto), el libro de ensayo Pasando y pasando, un título muy provocador, manifiesta su ruptura con los jesuitas y, en particular, con la crítica. Esta crítica, potenciada en las páginas de Mercurio (periódico de más audiencia), fortalecía la representación estética de la chilenidad que ya venía desde el Romanticismo a través de elementos costumbristas.
En ese momento, se seguía pensando que el análisis de los tipos y la representación de los paisajes chilenos fomentaban una celebración de la fiebre nacionalista que premiaba el arte llamado Criollismo Chileno, aceptado como un discurso y representación mimética de la realidad del país.
Significado de "Non Serviam"
El manifiesto Non Serviam (No serviré) se inscribe en una línea de innovación y en la búsqueda de una voz propia, poseyendo un valor de fuerte provocación: Non Serviam a la Madre Naturaleza, que es también la madre patria y su propia madre. Esto se relaciona con una actitud de autoafirmación para fijar su propio lugar en el espacio y definir su propia poética.
Este manifiesto contiene un elemento narrativo. Además, el envejecimiento de la naturaleza es una representación constante, utilizada como estrategia para señalar un déficit de energía en su capacidad de crear obras nuevas.