Victorias y Estrategias Militares Romanas: Las Campañas de César en la Galia y Germania
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Tiburio Sabino y la Victoria Romana
La ventaja del sitio, la poca disciplina y el gran cansancio de los enemigos, sumados al valor de los nuestros y su destreza adquirida en tantas batallas, fueron la causa de que los enemigos, sin resistir ni siquiera la primera carga nuestra, volvieran al instante las espaldas. Y como iban tan desordenados, alcanzados por los nuestros que los perseguían con las fuerzas enteras, muchos quedaron muertos en el campo; los demás, a excepción de algunos que lograron escaparse, perecieron al alcance de la caballería.
La Doble Victoria y la Rendición Gala
Con esto, al mismo tiempo que Sabino recibió la noticia de la batalla naval, César tuvo conocimiento de la victoria de Sabino, a quien luego se rindieron todos aquellos pueblos, porque los galos son tan briosos y arrojados para emprender guerras, como afeminados y mal sufridos en las desgracias.
Desenlace Crucial de la Guerra
Comenzaron con mayor denuedo a batir a los enemigos, que, acordonados por todas partes y perdida toda esperanza, se arrojaban de las trincheras abajo para escaparse. Y perseguidos por la caballería por aquellas espaciosas llanuras, de 50.000 hombres, venidos, según constaba, de Aquitania y Cantabria, apenas dejó con vida la cuarta parte, y ya muy de noche se retiró a los cuarteles.
Decisión Estratégica de César
Los días siguientes empleó César en rozar el bosque, formando de la leña cortada bardas opuestas al enemigo por las dos bandas, a fin de que por ninguna pudiesen asaltar a los soldados cuando estuvieran descuidados y sin armas.
César Declara la Guerra a Germania
César, habiendo convocado a los jefes nacionales, determinó no darse por entendido de lo que sabía, sino que, acariciándolos y ganándoles la voluntad, y ordenándoles que tuviesen pronta la caballería, declara la guerra contra la Germania.
La Pérdida de Pisón el Aquitano
En este reencuentro perecieron 74 de los nuestros, entre ellos Pisón el Aquitano, varón fortísimo y de nobilísimo linaje, cuyo abuelo, siendo rey de su nación, logró de nuestro Senado el renombre de amigo.
El Sacrificio Heroico de Pisón
Este tal, acudiendo al socorro de su hermano cercado por los enemigos, lo libró de sus manos; él, derribado del caballo, que se lo hirieron, mientras pudo, se defendió como el más valeroso. Como, rodeado por todas partes, acribillado de heridas, cayese en tierra, y de lejos lo advirtiese su hermano, retirado ya del combate, metiendo espuelas al caballo, se arrojó a los enemigos y también quedó muerto.
La Derrota Germana en el Mosa y el Rin
Los germanos, sintiendo detrás la gritería y viendo degollar a los suyos, arrojadas las armas y dejadas las banderas, desampararon los reales; y llegados al paraje donde se unen el Mosa y el Rin, siendo ya imposible la huida, después de muchos muertos, los demás se precipitaron al río, donde, sofocados por el miedo, el cansancio y el ímpetu de la corriente, se ahogaron.
La Clemencia de César con los Germanos
César dio a los arrestados licencia de partirse. Pero ellos, temiendo las iras y tormentos de los galos, cuyos campos saquearon, escogieron quedarse con él y César les concedió plena libertad.