La Vida Cotidiana: Una Mirada Crítica a la Realidad
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La Vida Cotidiana: Contexto y Experiencia
La cotidianidad se puede entender como el espacio y tiempo inmediato en que se manifiestan las relaciones interpersonales de los hombres y con la naturaleza, en función de las necesidades. Es decir, es el modo de organización material y social de la experiencia humana, en un contexto histórico-social determinado.
Se manifiesta como un conjunto multitudinario de hechos, objetos y reacciones que se representan como un mundo en movimiento. Son hechos múltiples y heterogéneos, donde toma cuerpo y se patentiza, de forma fragmentaria e inmediata, la organización social de la relación entre necesidades y metas. Es la forma de desenvolvimiento que adquiere día tras día nuestra historia individual. Es un mundo subjetivo que es nuestro y, a su vez, intersubjetivo, social y compartido.
La Cotidianidad como Realidad Aceptada
Los hechos son aceptados como parte de un todo conocido, “lo que simplemente es”, donde no tiene sentido cuestionar ni problematizar, porque es real por excelencia. La ideología dominante naturaliza lo social, universaliza lo particular y atemporiza lo histórico. La vida cotidiana constituye un orden natural, universal, eterno e inmodificable. La realidad social se muestra y se oculta a la vez en la vida cotidiana, donde la realidad de lo cotidiano ha desaparecido de la representación.
Ejemplo: La Clase en Silencio
Un claro ejemplo de que los hechos cotidianos son siempre aceptados como un todo conocido fue cuando, en clase, el Licenciado Leiva ingresó al aula sin emitir palabra, se sentó en su escritorio y permaneció en silencio durante 15 minutos aproximadamente. Actitud que extrañó mucho a los alumnos, que fueron disminuyendo el tono de voz hasta que reinó un silencio absoluto. Luego, el profesor comenzó a hablar de la experiencia y qué significó para cada uno. Esta fue una acción que salió totalmente de la cotidianidad de una clase.
Crítica de la Vida Cotidiana
La vida cotidiana reclama una crítica que arribe al conocimiento objetivo de las leyes que rigen su desarrollo. Implicará una interpelación a los hechos y, la consecuencia de la crítica es la desmitificación de lo que se “naturaliza” sobre la cotidianidad. La crítica consiste en interrogar a los fenómenos y las relaciones, en la búsqueda de su esencia. Este interrogante introduce una distancia entre el hecho y el sujeto, que se transforma en sujeto cognoscente.
Perspectivas: Positivista vs. Crítica
Las manifestaciones sociales se representan en la vida cotidiana como lo que es. Un punto de vista positivista diría “la realidad está dada”, y un punto de vista crítico: “problematizar, visibilizar, concientizar; no es del ser, es una construcción simbólica y es el producto del vínculo”.
Para poder realizar una crítica de la realidad, se debe experimentarla, pues la práctica se constituye como primer momento de todo proceso de conocimiento. Y, por último, estableciendo la ruptura con la familiaridad del mito de lo obvio y natural, con un nuevo sistema de representaciones que muestra lo real y lo autoevidente.
Para la Psicología Social
Para la Psicología Social, la crítica de la vida cotidiana implica el estudio de las leyes que rigen la emergencia y categorización de las necesidades de los sujetos, la organización y las modalidades de respuesta social y vincular a esas necesidades en cada estructura interaccional.