Vida y obra de Francisco de Quevedo: Ediciones, clasificación y temas
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Vida y obra de Francisco de Quevedo
Apuntes biográficos
Francisco de Quevedo (Madrid, 1580 - Villanueva de los Infantes, 1645). De familia hidalga, estudió en el Colegio Imperial de los Jesuitas y en la Universidad de Alcalá. Demostró una ingente erudición y dominaba diversos idiomas. Presentaba ciertos defectos físicos (problemas de visión y cojera). A partir de 1613, trabajó para el Duque de Osuna, tras cuya muerte tuvo algunos problemas, como el destierro en Torre de Juan Abad y la cárcel de Uclés.
Testimonios y primeras ediciones
No existen ediciones realizadas en vida del autor, aunque algunas de sus obras se imprimieron en antologías como Flores de Poetas Ilustres de Pedro de Espinosa y Segunda parte del romancero general de Madrigal.
Tras su muerte, destacan dos ediciones clave:
- La edición de González de Salas: El Parnaso español, monte en dos cumbres dividido, con las nueve musas (1648).
- La edición del sobrino de Quevedo, Pedro de Aldrete: Las tres musas últimas castellanas (1670).
Clasificación de su obra poética
Se proponen tres categorías principales para clasificar la obra poética de Quevedo:
1. Obras existenciales, morales y religiosas
- Temas fundamentales: La fugacidad de la vida, la preocupación por el pasado y la muerte ineludible.
- Heráclito Cristiano (lágrimas de un penitente). Reacción hacia 1613 en Torre Juan de Abad. Composición: 28 salmos (sonetos y silvas breves). La obra literaria como testimonio de una psicología angustiada y de inquietudes existencialistas.
- Traducciones como resultado de las inquietudes morales y existenciales:
- Epicteto y Phocílides en español (su única obra en verso publicada en vida del autor).
- Anacreón castellano.
- Lágrimas de Jeremías castellanas.
2. Obras de temática amorosa
- La tradición petrarquista aceptada y superada.
- Canta sola a Lisi y la amorosa pasión de su amante, y su estructuración como canzoniere petrarquista, señalada por González de Salas, su primer editor.
- Obras "galantes" construidas siguiendo "topoi" petrarquistas, en los que se analiza el yo lírico.
- La obra como testimonio de la individualidad del poeta, más que de la amada.
- Vinculación con las preocupaciones existencialistas: el amor como consecución de la eternidad (el "polvo enamorado").
3. Obras burlescas y humorísticas
De la crítica social a la burla como juego.