Vida y obra de José Ortega y Gasset
Clasificado en Filosofía y ética
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José Ortega y Gasset nace en Madrid en 1883, hijo de un periodista. Se doctora en Filosofía en la Universidad Complutense y luego se traslada a Alemania para continuar sus estudios con el fundador de la psicología W. Wundt y con los neokantianos H. Cohen y P. Natorp. Al regresar, aprueba la cátedra de metafísica en la universidad y colabora con los periódicos El Sol y El Imparcial. Mientras prepara su primer libro Meditaciones del Quijote, participa en la Liga de la Educación Política. En la década de 1920 publica obras importantes como España invertebrada y El tema de nuestro tiempo, y en 1924 funda la Revista de Occidente. En 1931 es elegido diputado de la II República, pero pronto se retira de la política desilusionado. Su proyecto regeneracionista se ve truncado con la Guerra Civil y en 1936 se exilia, trabajando en países como Holanda, Argentina o Lisboa hasta 1948, cuando regresa a España unos años antes de su muerte. Otras obras importantes son ¿Qué es filosofía? y La rebelión de las masas.
El tema de nuestro tiempo
En El tema de nuestro tiempo, Ortega y Gasset critica las filosofías de la modernidad basadas en la subjetividad, el racionalismo y el idealismo, desde una concepción historiográfica y circunstancial de la vida, defendiendo el perspectivismo. Destaca en esta etapa la teoría de las circunstancias y el perspectivismo. En su teoría de las circunstancias, Ortega propone fijarse en lo concreto, en las circunstancias que rodean la vida. Los problemas de España deben resolverse desde su circunstancia histórica, pero también el hombre individual alcanza su máximo desarrollo y capacidad cuando adquiere conciencia de su circunstancia, es decir, de su propio lugar en la inmensa perspectiva del mundo. La circunstancia es un elemento esencial que define al sujeto, por ello afirma Ortega que “yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”. La vida es, por tanto, la coexistencia del yo con el mundo, estableciendo dos verdades fundamentales: que la vida es la realidad radical y que la vida es circunstancia.
En su concepción del conocimiento, la circunstancia posibilita la vida y por ello es una perspectiva concreta desde la que se me da la verdad de las cosas. El circunstancialismo conduce a Ortega al perspectivismo, que acepta que cada sujeto tiene una mirada sobre el mundo, un punto de vista, y una manera de entender o descubrir sus verdades, asumiendo así una concepción vitalista del conocimiento. La suma de perspectivas debe articularse en una verdad integral para alcanzar una verdad omnímoda y absoluta. Ortega rechaza el racionalismo dogmático, el escepticismo, el relativismo, el idealismo y el realismo, proponiendo una comprensión del ser humano desde la razón vital. No busca eliminar la razón, sino negar su exclusividad, afirmando que “La razón pura tiene que ceder su imperio”.