El Viraje Económico de la España Franquista: Desarrollismo y Modernización
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El Viraje de la Economía Española
Los Gobiernos del Desarrollismo
El gobierno formado por Franco en 1957 y los que le sucedieron supusieron un profundo giro en la orientación del franquismo y marcaron la transición de una primera etapa dominada por los principales del falangismo a una segunda con un claro predominio de los tecnócratas. Esta nueva generación de políticos consideraban el crecimiento económico como la principal garantía de estabilidad social. Apostaban por un reformismo técnico que encontrase una salida a la grave situación económica y social derivada de la autarquía.
El cambio de rumbo vino propiciado por la mala coyuntura económica de finales de 1950, por la presión de los organismos internacionales en el momento en que España acababa de salir del aislamiento y por el aumento de las protestas sociales. Además, Europa vivía en una etapa de recuperación económica tras la Guerra Mundial y la economía española estaba dispuesta a aprovechar las condiciones favorables del mercado internacional.
El Plan de Estabilización
La primera acción correctora de la política económica vino de la mano del Plan de Estabilización. Su objetivo era poner fin al fuerte intervencionismo estatal de los años precedentes y suprimir los obstáculos a la liberalización comercial y financiera. Su actuación comprometía tres grandes ejes:
- Estabilización de la economía: Para reducir la inflación existente se elevaron los tipos de interés, se limitó la concesión de créditos bancarios y se congelaron los salarios.
- Liberalización interior de la economía: Se llevó a cabo a partir de la eliminación de organismos estatales interventores y de la reglamentación de los precios fijos.
- Liberalización exterior de la economía: El objetivo era eliminar los obstáculos a la entrada de mercancías extranjeras y facilitar la inversión de capitales exteriores. Se anunció la convertibilidad de la peseta para facilitar los intercambios.
A cambio de estos compromisos, diversos organismos internacionales concedieron préstamos a España para hacer frente a la grave situación económica.
Los Planes de Desarrollo
Al programa de estabilización se añadió la puesta en marcha de los Planes de Desarrollo Económico y Social. En total se promulgaron tres planes de vigencia cuatrienal y para supervisar su funcionamiento se creó una Comisaría del Plan de Desarrollo y se nombró comisario a Laureano López Rodó. Se trataba de una planificación económica indicativa con la finalidad de impulsar el crecimiento de la economía española.
Los planes emprendieron dos grandes líneas de actuación: las acciones estructurales, que pretendían solucionar algunas deficiencias de la industria, y los polos de desarrollo, que intentaban reducir los desequilibrios económicos regionales promoviendo nuevas industrias en zonas de escasa industrialización.
En general, la planificación franquista fue un fracaso. En muchos casos, los recursos de los planes se intervinieron de forma ineficaz, y además, las previsiones raramente se cumplieron. El mayor logro de los Planes de Desarrollo residió en dotar a la iniciativa privada de infraestructuras y materias básicas que contribuyeron al crecimiento industrial en el marco de la favorable coyuntura económica.