Virtud, Razón y Destino: Explorando las Éticas de Aristóteles, Séneca y Kant
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Aristóteles: Para Platón, el hombre bueno es el filósofo, contemplativo, sin familia, que no gobierna, no práctico. Para Aristóteles, el bueno no es solo el que sabe, sino el que lo pone en práctica. La característica más importante es la virtud. El cuerpo no es malo; el hombre se hace bueno también con su cuerpo. En cambio, para Platón no, ya que defiende que estos dos son entes separados. Para Aristóteles no hay un cuerpo sin alma ni un alma sin cuerpo (Hilomorfismo). Solamente hay hombres buenos cuando actúan cuerpo y alma. No es malo todo lo que haga el cuerpo, sino que depende de lo que ordene la razón, que es la facultad más digna del hombre. El cuerpo entonces hace lo que le dicta la razón. Nosotros podemos vivir de tres modos:
- Política (honores)
- Contemplativa
- Por el placer
La gente que vive por el placer es mucha, pero no se le puede permitir. El placer del consumo es muy común: bebida, comida y sexo. De este estilo de vida no hablaremos porque no se lo merece; es un estilo más común en los animales de pasto. La vida por los honores (política) es la de la gente que hace las cosas para que los demás lo aplaudan y congratulen. La vida contemplativa es la de aquel que vive de forma prudente, que mediante la observación sabe qué debe hacer y qué no. Amor ágape: en el matrimonio se hace para que el otro sea feliz. Busca en su felicidad mi felicidad; no nos podemos contentar con una amistad con la que no compartimos el ser. Se puede ser feliz:
- Por aprendizaje (hombre virtuoso): se hace feliz a través del hábito.
- Por fortuna (porque nos lo dan los dioses).
LIBRO II: Phronesis: saber hacer las cosas en cada momento, sentido moral. Se adquiere mediante el acto, haciéndolo muchas veces.
Técnica: saber hacer las cosas = Tecné. La regla: el justo medio, el medio entre los dos extremos. Depende del momento; el hombre prudente elige según el justo medio.
Séneca y el Estoicismo
Séneca: El estoicismo: hay una ley fija (destino) y todos estamos debajo de él. Este se cumplirá hagamos lo que hagamos. Es lo mismo morir que vivir; aceptan el suicidio. Para los hombres buenos, las desgracias son una oportunidad para demostrar su valor; los malos, en cambio, no lo aceptan e intentan luchar. El hombre hace el bien porque debe, sin esperar nada a cambio. Prescindir de los placeres: hay que dominarse, arrancar el deseo de felicidad del corazón.
Kant y el Destino
Kant: a los buenos el destino los acompaña, a los malos el destino los arrastra. Los buenos sufren para enseñar a los demás, son unos modelos. No necesitar la felicidad es nuestra felicidad. La vida es una lucha, la muerte está cerca. El hombre quiere ser eterno, lucha por su vida, ya sabíamos que iban a morir cuando nacieron. La honestidad es el único bien. Esperar es malo, es fuente de preocupación.
La honestidad no busca recompensa; no hay diferencia entre ganarlo todo y perderlo todo (Nihilismo estoico). Los estoicos deciden rechazar las pasiones; dicen que son una enfermedad, un mal. Al principio son débiles, pero luego se hacen fuertes; es mejor decir no al principio que luchar luego contra ellas. No quieren dejar a la insensibilidad por despreciar los vicios. Con el vicio intentamos buscar algo mejor, un bien aparente. Preferimos excusarnos que acusarnos.