Virtudes Éticas Según Aristóteles: Prudencia, Hábito y Término Medio
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Virtudes Éticas Según Aristóteles
- Virtudes éticas:
- La prudencia (“buen juicio”, “sabiduría práctica”), que es una virtud intelectual o dianoética, es de enorme importancia para la vida ética. A ella corresponde determinar atinadamente qué es correcto y adecuado en cada caso. Solo el hombre prudente sabe elegir siempre del modo acertado, mientras que el ignorante yerra con facilidad. Sin embargo, Aristóteles no defiende un intelectualismo moral ingenuo, como Sócrates; si la voluntad de una persona no es fuerte, si no ha sido disciplinada y entrenada para la realización de lo correcto aun a pesar de la pereza o de las inclinaciones negativas, si no ha contraído el hábito de cumplir con lo que la razón le dicta, por más que ésta le enseñe lo que es preciso hacer, es improbable que dicha persona lo haga.
- La virtud o excelencia ética es, pues, un hábito, es decir, una disposición estable a actuar de un cierto modo que se crea en nosotros por ejercicio, costumbre y repetición. No es algo adquirido por simple instrucción, ni algo innato. Las virtudes éticas se obtienen practicándolas primero: “No me porto bien porque soy bueno, sino que soy bueno porque me porto bien”. Nos hacemos justos practicando la justicia, generosos practicando la generosidad, valientes practicando la valentía.
- El hombre virtuoso es el hombre equilibrado. La virtud es, pues, el hábito de elegir y hacer siempre lo intermedio; lo que está entre dos extremos (dos vicios), uno por exceso y otro por defecto. El término medio se dice de las pasiones, los sentimientos, los deseos y las acciones pues, como afirma este filósofo, en el temor, el atrevimiento, la apetencia, la ira, la compasión y, en general, en el placer y el dolor, caben el más y el menos, y ninguno de los dos es correcto. Ahora bien, para establecer lo que es mucho o poco en asuntos relativos al bien de las personas, es preciso atender a las circunstancias, al sujeto que realiza la acción, sus necesidades y posibilidades y, para ello, Aristóteles introduce la idea de término medio respecto a nosotros: parece claro, por ejemplo, que respecto de ser buen estudiante, lo que para unos es mucho tiempo de estudio para otros es poco, y establecer el tiempo adecuado depende de las circunstancias y de las personas.
- Como ejemplos de virtud cabe señalar el valor (medio entre la temeridad y la cobardía) o la templanza (medio entre la intemperancia o libertinaje y la insensibilidad); pero la virtud más importante es la justicia que, como en Platón, realiza el ajuste perfecto entre el individuo y la comunidad.
- El hombre es un animal político. Solamente en la polis le es posible alcanzar su bien, esto es, una vida digna y feliz. Pero el bien de la comunidad y el del individuo no pueden separarse; deben identificarse.