La Visión Marxista del Conocimiento y la Sociedad: Praxis, Materialismo Dialéctico e Histórico

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Epistemología Marxista: La Praxis como Conocimiento Auténtico

Para Marx, el auténtico conocimiento es la praxis, entendida como una actividad teórico-práctica. A partir de ella, se utiliza el entendimiento para transformar racional y empíricamente la realidad. El criterio de verdad del conocimiento es, por tanto, la praxis misma. Así, el conocimiento se integra como una parte fundamental del proceso general de producción de la existencia humana. Este proceso no solo implica la apropiación material de los objetos, sino también su apropiación conceptual.

El conocimiento y las ciencias no pueden ser estudiados haciendo abstracción de las condiciones sociales en las que se desarrollan las relaciones de producción. Las bases teóricas fundamentales en las que se asienta el marxismo son el materialismo dialéctico y el materialismo histórico.

El Materialismo Dialéctico: La Naturaleza Dinámica de la Realidad

El marxismo sostiene una concepción materialista de la realidad, considerando la naturaleza como lo único real. Esta realidad es inherentemente dialéctica, una materia dinámica que se transforma a partir de elementos contradictorios, de acuerdo con leyes inspiradas en Hegel:

  • Ley de la unidad y oposición de contrarios: Las transformaciones sucesivas se deben al enfrentamiento de fuerzas contrarias que luchan entre sí.
  • Ley del salto cualitativo: Los cambios cuantitativos en la materia originan cambios cualitativos, es decir, la aparición de una cualidad nueva.
  • Ley de la negación de la negación: Las contradicciones se superan y se resuelven en una nueva unidad o síntesis.

El materialismo dialéctico se opone al idealismo hegeliano al sustituir el espíritu por la materia. Aplicado a la sociedad, esto supone que toda organización debe ser interpretada como el resultado de un proceso histórico.

El Materialismo Histórico: La Explicación Marxista de la Sociedad

El materialismo histórico es la explicación marxista de la historia. Esta teoría defiende una interpretación dialéctica del devenir histórico: la sociedad se comprende como el resultado de la aplicación de las leyes de la dialéctica. Se trata de una concepción materialista de la historia, entendiendo como "materia" las relaciones de producción de los bienes materiales.

Para Marx, el sistema de producción de una sociedad es lo que determina el conjunto de creencias, valores y, en general, la cultura de la misma. La ciencia desempeña un papel crucial en este proceso, permitiendo un mayor control sobre las fuerzas de la naturaleza o legitimando las relaciones de producción existentes.

En la sociedad capitalista, el conocimiento adquirido se utiliza principalmente para aumentar la productividad del trabajo. El conocimiento científico, en este contexto, se convierte en una mercancía, un medio para un fin, no un fin en sí mismo.

Conceptos Clave del Materialismo Histórico

Relaciones de producción:
Para transformar la naturaleza y producir, los seres humanos necesitan establecer entre ellos relaciones respecto a la propiedad de los medios de producción.
Fuerzas productivas:
Son todos los elementos que actúan en el proceso de producción: las personas (fuerza de trabajo), los medios utilizados (como la maquinaria, la tierra, etc., denominados medios de producción) y la tecnología.
Modos de producción:
Es el conjunto de relaciones de producción y las fuerzas productivas en un momento histórico determinado. Es lo que Marx denomina infraestructura (estructura económica).

Infraestructura y Superestructura

La superestructura es el conjunto de concepciones políticas, morales, jurídicas y filosóficas que existen en una sociedad y que se materializan en organizaciones e instituciones. La superestructura está determinada por la infraestructura.

Infraestructura y superestructura constituyen una formación social, por ejemplo, el Antiguo Régimen o la sociedad capitalista.

Según Marx, la historia avanza de manera dialéctica. Llega un momento en que la tensión entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción origina un nuevo modo de producción, y así, el proceso vuelve a empezar. A lo largo de la historia, esta contradicción se manifiesta en una lucha entre dos clases sociales antagónicas. La lucha de clases se convierte, por tanto, en el motor de la historia.

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