La Visión de Sarmiento: Ciudades, Tradición y Revolución en la Argentina Decimonónica
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Visiones de Sarmiento sobre las Ciudades y la Política Argentina
Córdoba: El Espíritu Monacal y el Estatismo
Córdoba: Es una de las ciudades más bonitas del continente. Posee un espíritu monacal y eclesiástico (lo que se refuerza por la cantidad de iglesias que tiene la ciudad) y es presentada como un claustro, pues hace como si no existieran otras provincias del país. Pesa mucho en esta provincia la religión, especialmente en la educación, lo que no fomenta la inteligencia y asemeja a Córdoba con el Medioevo. Sumado a ello, Córdoba ha sido el asilo de los españoles y de la tradición española en la literatura, estacionaria y hostil a las innovaciones, como las ideas revolucionarias de 1810.
Imagen del estatismo: Representada por un estanque de agua en una vereda espaciosa, cercado por una reja, alrededor del cual se da vueltas constantemente. El cordobés es alguien pedante, que habla en latín para darse aires y pregunta: “¿Tienen edificios tan lindos como acá?”
Buenos Aires: La Ciudad de la Revolución y la Europificación
Buenos Aires: Esta ciudad se cree una continuación de Europa, de su espíritu y tendencias. Buenos Aires es una ciudad de revolucionarios, donde la desespañolización y la europificación se efectúan en menos de diez años. Aquí todo es novedad, revolución y movimiento, por el ingreso de ideas a través del puerto.
Apología a Rivadavia y Crítica a Rosas
Apología a Rivadavia. Desde su gobierno, Rivadavia pretende “hacer la Europa en América”, aumentando la influencia europea, lo que motoriza el progreso y edifica las instituciones más importantes del Estado. Rivadavia se devela como la encarnación del espíritu revolucionario que parte desde Buenos Aires. En tanto él nunca derramó sangre ni destruyó la propiedad, Rosas es un carnicero y ha consumido el tesoro nacional para sostener la guerra que él mismo ha encendido. Sarmiento afirma que, en última instancia, lo que hace Rosas es acabar con todo el poder que pudiera desafiarlo en el interior. Este poder está concentrado en su persona, en Buenos Aires: Rosas se configura a sí mismo como un unitario, pero un unitario que se beneficia solamente a él mismo, no como el unitarismo rivadaviano.
El Partido Unitario: Extinción y Nueva Generación
Sarmiento afirma que el partido unitario como tal se ha extinguido. Sus líderes estaban convencidísimos de su causa y no eran capaces de variar sus ideas. Sarmiento aquí se incluye en la nueva generación de unitarios.