Visiones del Estado: Locke, Rousseau y Marx sobre Sociedad y Poder

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La Concepción del Estado y la Sociedad en la Filosofía Política Clásica

La relación entre el individuo, la sociedad y el Estado ha sido un pilar fundamental en el pensamiento filosófico. Diversos pensadores han abordado esta compleja dinámica, ofreciendo perspectivas que han moldeado nuestra comprensión de la organización política y social.

John Locke: La Preservación de Derechos y el Gobierno Limitado

Para John Locke, la vida de los individuos está intrínsecamente ligada a la estructura política. Los hombres buscan unirse en un estado y someterse a un gobierno con el objetivo primordial de preservar sus vidas, sus libertades y sus posesiones. En su visión, el poder y las funciones de esta autoridad deben estar estrictamente limitados por la ley para evitar la injusticia y la concentración de poder, garantizando así los derechos naturales de los ciudadanos.

Jean-Jacques Rousseau: De la Felicidad Natural a la Voluntad General

El pensamiento de Jean-Jacques Rousseau, influenciado por las ideas de la Ilustración y el Iluminismo, postula que el estado de naturaleza correspondía a un estado de felicidad en el cual las personas vivían libres e iguales, dado que el hombre es bueno por naturaleza. Sin embargo, esta armonía se corrompe con la aparición de la propiedad privada. Rousseau argumenta que un primer contrato social dio lugar a la formación de sociedades donde el Estado servía a los intereses de los que más poseían. Para él, la celebración de este contrato fue engañosa, y el estado social resultante es perverso. Rousseau propone que la sociedad debe concebirse como una asociación basada en la idea del bien común. Según su filosofía, el Estado es la expresión de la voluntad general, y la soberanía reside en el pueblo, no en el monarca. La forma ideal de ejercer el gobierno es la democracia directa.

Marxismo: El Estado como Instrumento de Dominación de Clase

El Marxismo, una concepción de la vida política, económica y social fundamentada en las ideas de Karl Marx, sostiene que el Estado es un resultado directo del modo de producción capitalista. La forma en que se organiza la producción de bienes y servicios en el capitalismo genera un tipo específico de relaciones sociales de producción. Estas relaciones se estructuran en torno a la propiedad de los medios de producción y se dan entre dos clases sociales principales: los capitalistas propietarios y los trabajadores no propietarios. Para Marx, estas relaciones sociales tienen una base material y concreta en la producción y son, fundamentalmente, relaciones de dominación. No es el Estado quien da inicio a la sociedad, sino las relaciones de producción. La función principal del Estado, en esta perspectiva, es garantizar la dominación que ejerce la clase capitalista para perpetuar la explotación. Al proceso que dio origen a los primeros capitales, Marx lo denominó acumulación originaria. En esencia, el Estado reproduce y fortalece las relaciones desiguales entre las clases sociales.

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