O realismo social na novela dos anos 50
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3.1. El realismo social en la novela de los 50: De la angustia existencial de los anos 40 se pasa las inquietudes sociales de los 50, la novela social. Sus límites van desde 1951 cuando se publica La colmena de Cela, hasta 1962. La colmena es la precursora de la corriente, otra obra es La noria de Luis Romero, a demás de dos novelas de Delibes El camino y Mi idolatrado hijo Ssí. En 1954, se dan a conocer Aldecoa, Fernández Santos, Carmen Martin Gaite… Hay rasgos comunes, como la solidaridad con los humildes y los oprimidos, la disconformidad con la sociedad española, el anhelo de cambios sociales. El escritor debe ponerse al servicio de una voluntad y de transformar la sociedad. El deseo de estos autores es actuar sobre el lector con la intención de informarle las desigualdades e injusticias, con objeto de modificar cosas. Destacan dos tendencias, en primer lugar podemos hablar del objetivismo que propone un testimonio escueto, sin intervención del autor, y que consiste en limitarse a registrar la conducta externa de individuos de manera que el lector saque sus conclusiones, El Jarama de Rafael Sánchez. Después esta el realismo crítico, que pone en relieve las miserias e injusticias con ánimo de denuncia, se refleja un compromiso del autor y presenta una visión parcial de la realidad con la intención de destacar las causas y efectos de las injusticias, La noria de Luis Romero. Los temas, son la voluntad testimonial, pero el tema esencial es la sociedad española, refleja la vida cotidiana, sus penalidades y dificultades, son novelas que muestran solidaridad con los humildes, en el lado opuesto se encuentra la burguesía , a parte otro grupo temático es la guerra civil, destacan Duelo en el paraíso de Goytisolo. Aparece la guerra como recuerdo y consecuencia mas inmediata es la división social del país. En cuanto a técnicas y estilo, el contenido tiene prioridad y se subordinan las técnicas elegidas, la estructura suele ser sencilla y se percibe en las descripciones funcionales, el tiempo y el espacio están reducidos, también aparecen personajes colectivos y personajes representativos. Nos conduce a las técnicas derivadas del objetivismo y su modalidad conductista. Los diálogos ocupan un lugar preeminente, muchas de las novelas son en su mayor parte diálogos, el lenguaje adopta un estilo de crónica, desnudo y directo. La colmena de Cela es la obra que abre el camino de la novela social, existen aportaciones significativas, la fragmentación de la acción en secuencias de diferentes extensión, en las que se centra en un momento puntual, la desmitificación del héroe, que pasa a ser uno mas. La novela carece de una trama, se centra en la descripción de un personaje o la narración de los pequeños actos de su vida, es un mosaico de la vida cotidiana del Madrid de la posguerra, no hay protagonista. El narrador pretende una absoluta objetividad, pero deja su huella en las digresiones, tiende a una falsa objetividad. Los sucesos ocurren en tres días y parte de otro, la atemporalidad aparece dislocada, esta obra, es un titulo clave en la novela de posguerra a medio camino entre lo existencial y lo social. El Jarama de Rafael Sánchez Ferlosio lleva sus últimas consecuencias la técnica del objetivismo, la acción es irrelevante, trascurre en 16 horas, en las orillas del rio Jarama, cuando un grupo de jóvenes se baña mientras otro grupo de ente mayor conversan, domina el dialogo sobre la intriga, una anécdota mínima y sin protagonistas. Todo es anodino, expresa el lenguaje coloquial propio del grupo de personajes. Se trata de captar de forma fragmentaria las pequeñas incidencias de un día cualquiera, que solo es perturbada por la muerte de una chica. Técnicamente destaca la simultaneidad en las escenas y uso del dialogo para lograr un objetivismo total. Esta obre reflejaba la alegre insustancialidad de aquellos jóvenes.