Estructura y contenido narrativo

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GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ Y EL BOOM DE LA NARRATIVA HISPANOAMERICANA

I. RENOVACIÓN DE LA NARRATIVA HISPANOAMERICANA (1940-1960) Se ha discutido con frecuencia dónde situar la fecha de aparición de la nueva novela hispanoamericana. Cronológicamente, la aparición durante los 40 de una serie de obras de Borges, Bioy Casares, Onetti, Miguel Ángel Asturias y Alejo Carpentier suponen una clara ruptura con el realismo telúrico-social anterior y el inicio de formas narrativas mucho más complejas, además de una visión de la realidad que incluye nuevas dimensiones, sobre todo la metafísica y la existencial, por un lado, y la sobrenatural, onírica y mágica, por otro. En este proceso de renovación debemos señalar como principales factores del cambio el influjo del surrealismo, el peso de los renovadores europeos y norteamericanos y la influencia de las teorías filosóficas irracionalistas y existencialistas (Heidegger, Sastre, etc.). Las principales innovaciones que se producen son:

· Progresiva sustitución de lo urbano por lo rural (y cuando el tema rural y natural se mantienen, es con un nuevo tratamiento). Se incorpora, además, el tema existencial.

· Recuperación de los elementos mágicos de los mitos y leyendas americanos.

· Presencia del onirismo.

· Abandono de la estructura realista tradicional.

· Adopción de los elementos narrativos más innovadores y renovación del lenguaje mediante la incorporación de muchos mecanismos vanguardistas.

· La corriente que da origen a esta narrativa se denomina realismo mágico. Jorge Luis Borges, Miguel Ángel Asturias, Juan Rulfo y Alejo Carpentier son los escritores que emprenden la renovación de la narrativa hispanoamericana que desemboca en el realismo mágico.

II. LA NUEVA NOVELA HISPANOAMERICANA. NOVELÍSTICA DEL "BOOM"

Desde 1962 se asiste tanto en España como en el resto de Europa al desarrollo sorprendente de la novela hispanoamericana, hasta entonces marginada y desconocida, pese a su importancia. Se trataba en realidad de un conocimiento repentino de una novelística que se había desarrollado en su propio aislamiento americano durante años y que al aparecer súbitamente daba la sensación de un "boom", de un surgimiento imprevisto. Se trata también, en buena medida, de un fenómeno editorial en el que tienen responsabilidad editores y editoriales. Además, no se trata sólo de que aparezcan nuevos e importantes novelistas, sino que muchos de los que venían publicando desde tiempo atrás, escriben en estos años algunas de sus obras más significativas. Es el caso de Onetti, Sábato, Cortázar o Lezama Lima. El "boom no tiene carácter generacional. Lo llenan escritores de diversas edades y países, y frecuentemente con escasa relación entre ellos. Aunque también sus estilos y preocupaciones son diversos, puede afirmarse que en general llenan el "boom" novelistas que siguen el proceso de renovación ya iniciado en los años 40. Así, en lo temático se continúa el desarrollo de temas señalado por la generación anterior, fundamentalmente el gusto por la novela de tema urbano y por una nueva novela rural, y sobre todo se consolida la integración de lo fantástico y lo real. La mayoría de los especialistas suele situar el punto de arranque de este fenómeno mediático centrado sin excepciones en el género novelístico, con obras que obtuvieron no sólo un gran reconocimiento crítico sino también un elevado número de lectores, en junio de 1963, con la publicación de la mítica y revolucionaria Rayuela, del argentino Julio Cortázar, que fue contemporánea de los primeros títulos significativos del peruano M. Vargas Llosa (La ciudad de los perros, 1963), del mexicano C. Fuentes (La muerte de Artemio Cruz, 1962) y sobre todo del colombiano G. García Márquez, cuya novela Cien años de soledad ( 1967), consolidó el boom hasta el punto de convertirse en la obra más famosa, vendida y traducida de la lengua española, entre todas las posteriores del Quijote. Desde el punto de vista formal, las obras del “boom” se caracterizan por la renovación de técnicas novelescas a través de la incorporación de las de la novela experimental. En definitiva, se rompe con la técnica realista, pero ello no supone un alejamiento de la realidad, sino una voluntad de abordarla desde otros ángulos. Muy en general, se puede decir que estos novelistas han asimilado las innovaciones técnicas que se habían producido en la novela universal a lo largo del siglo XX (Proust, Joyce, Kafka o Faulkner, por ejemplo, están presentes en casi todos). También es significativa la influencia en los más relevantes -García Márquez, Fuentes, Vargas Llosa…- de la narrativa española clásica, en especial de Cervantes y algunos autores barrocos. Además, se pueden destacar las siguientes características (no aplicables a todos los autores):

1. Preocupación por el desarrollo de las estructuras narrativas, lo que exige un lector extraordinariamente activo, dispuesto a organizar una materia narrativa que se le entrega de forma muy compleja.

2. Gran variedad de recursos narrativos. Es frecuente la ruptura de la línea argumental y de la narración lineal para constituir a veces verdaderos rompecabezas temporales. También son habituales el uso de técnicas de contrapunto, la combinación o superposición de personas narrativas y puntos de vista, el empleo del monólogo interior...

3. Unión de diferentes géneros literarios bajo la forma de la novela.

4. Experimentación lingüística, con diversas causas y efectos. Por ejemplo, la búsqueda de una identidad cultural en García Márquez, la descripción extremadamente precisa en Carpentier...

5. Importancia de lo histórico-social. Lo verdaderamente original de la novela hispanoamericana es que todo este proceso de renovación, lejos de convertirse en un puro experimentalismo estetizante se pone al servicio de una literatura muy comprometida con la realidad de una tierra sometida a violentos y traumáticos procesos históricos. De ahí la novedad que supone una novela muy equilibrada entre lo estético y la denuncia histórica, que ha servido de modelo a buena parte de la novela contemporánea no solo en Europa, sino también en otros ámbitos. (Como ejemplos, El tambor de hojalata, del alemán Günter Grass, o Hijos de la medianoche, del hindú Salman Rushdie, presentan fuertes influencias de este realismo fantástico característico de la novela del "boom").

6. Rechazo de la moral burguesa y de ciertos comportamientos.



III. GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

Trazos biográficos del autor

La tragicomedia de los protagonistas de El amor en los tiempos del Cólera está inspirada en la historia de amor de los propios padres del escritor colombiano: cuando sus padres se enamoraron, el padres de su madre, el coronel, se opuso a esa relación puesto que Gabriel Eligio (padre del escritor) había llegado a esa ciudad como telegrafista, hijo de madre soltera y, además, su dudosa reputación no lo hacía merecedor de su hija. Con intención de separarlos, ella fue enviada lejos de la ciudad pero Gabriel consiguió conquistarla a través de serenatas de violín, poemas y otras pruebas de amor. Finalmente, los padres aceptaron la unión de la que más tarde nació este premio Nobel de literatura. Gabriel García Márquez fue dejado al cuidado de sus abuelos maternos los primeros años de su vida. Del coronel tomó sus extraordinarias dotes de narrador y sus numerosas experiencias; de su abuela tomó la original forma de contar historias, a quien no le importaba cuán fantásticos u improbables fueran sus relatos, siempre los refería como de una verdad irrefutable. Las numerosas hermanas de la abuela llenaban la casa de supersticiones, creencias populares, historias de fantasmas y premoniciones. El propio escritor ha señalado que «ese fue el origen de una mágica, supersticiosa y sobrenatural visión de la realidad». Estudió en un colegio de jesuitas y comenzó Derecho en la Universidad Nacional de Colombia, en Bogotá; allí comenzó su labor como escritor dentro del mundo periodístico. En 1946 publicó sus primeros relatos en El espectador. En 1954 viajó a Roma como corresponsal y permaneció en Europa hasta 1957, fecha en la que regresó a su país como representante de la agencia de Prensa Latina. En 1960 viaja a Nueva York.

Obra

Es el más influyente de los autores del "boom", especialmente desde que le fuera concedido el Premio Nobel. Sus primeras novelas cortas tanteaban ya en la búsqueda de la unión de lo real y lo fantástico y en la formación de un peculiar mundo imaginario, al modo de Faulkner. Así aparecen novelas cortas como La hojarasca (1955), El coronel no tiene quien le escriba, La mala hora, y libros de relatos como Los funerales de la Mamá Grande y Ojos de perro azul. Todos ellos crean el mundo fantástico de Macondo, y sientan las bases de Cien años de soledad (1967), la novela que consolidó el surgimiento del "boom" y supuso todo un fenómeno en las literaturas hispánicas (y tal vez en la literatura mundial). La obra es a la vez una síntesis de la historia de un poblado fantástico, Macondo -íntimamente unida a la familia de los Buendía- , que representa metafóricamente la historia de Colombia, de América Latina, y de la Humanidad en general, con los riesgos que la acosan: los más elementales problemas humanos, los problemas sociales, explotación, guerras... pero todo ello aparece representado en la novela por elementos fantásticos, fuerzas naturales insólitas, y, en resumidas cuentas, elementos maravillosos, que dan a la novela una textura peculiar entre el realismo y lo fantástico, acentuada por la mezcla de elementos trágicos, cómicos y extrañamente grotescos. Los estudiosos de G. Márquez suelen considerar las novelas posteriores como pertenecientes a una segunda etapa. El otoño del patriarca (1974) tiene por protagonista a un fantástico dictador que quiere ser el símbolo de todos los déspotas americanos y de su peculiar modo de ejercer el poder. Crónica de una muerte anunciada (1981) es una magistral novela corta que reproduce minuciosamente un crimen pasional del mundo rural de la infancia del autor, explorando minuciosamente los hechos, sus motivaciones, el estilo de vida que da lugar a ellos, las pasiones humanas que lo desencadenan... pero a través de una técnica rigurosa de documentación, y luego de descomposición temporal y de análisis pormenorizado de los hechos, que presta un peculiar "suspense" a unos hechos cuyo desenlace se conocen desde el principio. El amor en los tiempos del cólera es de 1985. Posteriormente ha publicado El general en su laberinto (1989), Del amor y otros demonios (1994) y Memoria de mis putas tristes (2004).

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