Libre albedrío

Clasificado en Filosofía y ética

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Naturaleza del libre albedrío.

 1)  El libre albedrío es una pro­piedad de los actos vo­luntarios. El libre albedrío no es una “cosa”, ni una facultad aparte, sino una propiedad de la voluntad, o más exactamente, de los actos voluntarios, consistente en que éstos no se originan fuera del su­jeto que los realiza, sino que existen porque el sujeto los ha puesto, y nada más. Así, el sujeto es autor, y no sólo actor de tales actos.

2)  El libre albedrío se dice de todo el ser humano.    Aunque la libertad es una propiedad de los actos voluntarios, lo es también de la voluntad misma, que es la facultad  de la que proceden; por tanto, también del alma, que es el sujeto que tiene esa facultad, y en definitiva de la persona, último sujeto de atribución de los accidentes y propiedades, materiales o inmateriales. Así, tan verdad es que Jordi pesa 70 kilos, como que Jordi es libre y responsable de sus actos.

3)  El acto libre se apoya en motivos. El acto libre no es un acto hecho sin motivo alguno, “porque sí”, gratuitamente. Los que así piensan, como el existencialista Jean-Paul Sartre, se figuran que los motivos para actuar anulan la libertad; pero eso no concuerda con la realidad de la libertad humana, la cual no consiste en carecer de motivos, sino en poder elegir entre los motivos que se tienen, en virtud del poder de la atención para fijarse en uno o en otro.

4)  El libre albedrío con­siste en el dominio de los propios actos. Se dice a veces que el albedrío es la indife­rencia ante los motivos. Puntualicemos:

a)  La indiferencia no significa que los motivos le dejen a uno frío, pues entonces no moverían realmente.

b)  En realidad, la indiferencia significa que la voluntad no se ve necesitada por los motivos, es decir, que no son ellos los que determi­nan la acción.

c)  Pero, aun así, esta indiferencia no es la esencia de la libertad, sino sólo la condición para que la libertad exista. La verda­dera esencia de la libertad consiste en el dominio que la voluntad tiene sobre sus propios actos. La indiferencia es la “libertad de”, y el dominio, la “libertad para” (v. & 3.1.).

5)  La libertad se da en una situación. La libertad humana nunca es absoluta. Es la libertad de un hombre que se halla en unas circunstancias dadas, las cuales, a la vez que ha­cen posible su conducta, la limitan y condicionan.

Se suele expresar esto diciendo que la libertad humana es una liber­tad situada o una libertad en situación.

6)  La libertad es un esfuerzo por ser  libres. El ser humano, desde su libertad para decidir, aspira constantemente a conseguir otras formas de libertad que le abran nuevos espacios de elección y le permitan realizar sus decisiones. Y ello, siempre con vis­tas a alcanzar la libertad definitiva, la plena realización personal, aunque ésta pueda ser entendida de diferentes maneras.

Los determinismos.

 El principal problema planteado acerca del libre albedrío es el de si el hombre tiene o no tiene realmente este modo de libertad.

1) Los determinismos: Sostienen que la conducta humana está determi­nada por diversos factores, y niegan que el hombre tenga liber­tad.

2) La teoría que afirma la libertad: Sostiene que, pese a sus múlti­ples condicionamientos, el ser humano tiene un margen de libre albedrío.

El problema es de los más graves de la filosofía. Si el hombre no tiene libre albedrío, no es responsable de sus actos; y si no es respon­sable de sus actos, la moral y el derecho no significan absolutamente nada.

     Determinismo blando: Sus defensores quieren hacer compati­ble el determinismo con la responsabilidad moral y ju­rídica. Suelen considerar que la conducta humana se rige por el agrado y el desagrado, las recompensas y los castigos.

Es el determinismo clásico de los estoicos, y tam­bién deHobbes, Locke, Hume y Stuart Mill.

Determinismo duro: Sus defensores, más consecuentes con su teoría que los anteriores, niegan que sea posible con­ciliar el determinismo con la responsabilidad. Según esto, un héroe no sería mejor que un criminal, sino tan sólo un ser sujeto a condicionamientos diferentes.

Lamettrie y D’HolbachSchopenhauer,John Hospers.

Determinismos físico y biológico

El determinismo físico es una teoría acorde con el materialismo, el cual considera que toda la realidad, incluido el hombre, es exclusivamente materia. Que se rige de leyes absolutamente necesarias, porlo tanto, no hay libretad.

Laplace.

Los defensores de esta actitud suelen considerar que la creencia en la libertad procede de la ignorancia de las fuerzas que ope­ran sobre nosotros, alentada por el orgullo de creernos algo distinto al resto de la naturaleza.

 El determinismo biológico, llamado también fisiológico, es la concreción del deter­minismo físico al ámbito de las leyes biológicas. Afirma que la conducta humana es siempre la respuesta a un estímulo, que se produce con total necesidad, de acuerdo con las complejísimas leyes que rigen el sistema nervioso y el endocrino y toda la fisiología humana.

Julien Huxley    Iván Pavlov.



Determinismos psicológicos

 El determinismo intelectualista afirma que el hombre obra siem­pre en la dirección del motivomás poderoso. La voluntad es una facultad orientada al bien, así que, ante una elección, se inclina necesariamente por aquella alternativa que el entendimiento le muestra como mejor.

Leibniz  Schopenhauer.

El determinismo psicoanalítico, defendido por Freud, afirma que una parte del psiquismo humano es inconsciente, y que toda nuestra vida consciente está absolutamente determinada por motivaciones inconscientes.

Determinismos sociológico y educacional

Según el determinismo sociológico, el grupo social coacciona poderosamente a la persona que vive en él imponiéndole normas de conducta, hasta el punto de que lo que ésta hace no es sino el resultado de dicha presión.

 Durkheim  y Lévy-Bruhl.

El determinismo educacionalSkinner. Todo nuestro comportamiento está determinado por la educación que recibimos desde pequeños.  

Determinismos teológicos

 Afirman que el hombre está determinado de un modo u otro por algo divino.

El determinismo fatalista afirma que todos los acontecimientos están sometidos al destino, fuerza ciega e impersonal que todo lo rige, y contra la que no pueden nada ni los hombres ni los dioses. . Su única libertad estriba en someterse al destino, reconociendo que todo está de­terminado: es decir, que no hay libertad.

El determinismo panteísta enseña que todas las cosas constituyen una única realidad de carácter divino, y que Dios no es otra cosa que el conjunto del Universo. Por consiguiente, todos somos Dios, y así, cuando creemos estar decidiendo algo, en realidad es  Dios el que decide por nosotros.

SpinozaHegel

El determinismo predestinacionista lo sostienen algunos de los pensadores que afirman la existencia de Dios, especialmente protestantes. Pero esta teoría de la predestinación debe distinguirse bien de la doctrina general de los filósofos teístas,

En efecto, los filósofos teístas afirman que Dios, infinito en sabiduría, lo conoce todo, el pasado, el presente y el futuro. El problema se presenta cuando los predestinacionistas añaden: si Dios ya sabe lo que yo voy a hacer, entonces yo no tengo más remedio que hacerlo; luego no soy libre.

La afirmación de la libertad

 Los que defienden que el ser humano tiene libre albedrío se apoyan, por su parte, en las razones siguientes:

1)  La evidencia. Aunque pueda parecer demasiado simple, es la razón principal. Yo veo con toda claridad, que soy libre, puesto que experimento que mis actos voluntarios, aunque se apoyan en motivos, arrancan de mí. Puedo comenzar una acción, interrumpirla y reanudarla a voluntad. Y eso lo capto directamente, sin intermediario alguno, puesto que nada se interpone entre mí y mi propia acción.

A esa claridad íntima e inmediata con que el sujeto ve con toda seguridad que algo es verdad se le llama evidencia.  La evidencia es el criterio decisivo de verdad y de certeza.

2)  El orden moral y jurídico. Se razona ahora por lo que en Lógica se llama “reducción al absurdo”.  Si no tuviéramos libertad, entonces no seríamos responsables de nada, y no tendrían sentido las ideas de derecho y de deber, de bien y de mal, de justo y de injusto, ni las prohibiciones, ni los consejos.

 3)  La estructura del acto voluntario. La voluntad es la capacidad de tender a lo que el entendimiento nos presenta como bueno. Está, pues, orientada al bien; pero eso no significa que escoja necesariamente el bien mayor, sino que puede escoger algo si en ello reconoce alguna forma de bien.

Respuesta a los determinismos

¿Qué responden entonces a los deterministas aquéllos que afirman la libertad? He aquí en esquema algunas de sus reflexiones:

En general, a las primeras tres grandes formas de determinismo consideradas (físico, psicológico y social), responden:

  • Una cosa es estar fuertemente influido por algo , y otra muy distinta estar completamente determinado por ello. Los deterministas han podido probar lo primero, pero no lo segundo.
  • Pretender que la libertad es sólo una ilusión equivale en el fondo a reconocer que sólo puede negarse a base de negar la misma evidencia.

En particular:

a/ Al determinismo físico y biológico: 1) La ciencia, por su propio método de objetividad externa, no puede ni afirmar ni negar la libertad, que es algo que el hombre capta ante todo en lo íntimo de sí mismo. 2) Cabe darle la vuelta a la argumentación del materialismo y decir: si la materia está siempre determinada, y sin embargo yo sé que soy libre, ¿no será que lo que ocurre es que yo soy algo más que pura materia?

b/ Al determinismo psicológico intelectualista: Yo me decido por el bien, no por el mayor bien. Y hay que tener en cuenta el decisivo papel mediador de la atención.

c/ Al determinismo social y educacional: ¿Cómo es que con la misma educación salen a veces hijos completamente distintos? ¿Y cómo es que en ocasiones hay personas, desde criminales hasta grandes reformadores sociales, que se oponen de plano a la educación recibida y a las normas de su entorno?

d/ Al determinismo panteísta: Lo que falla aquí es la idea misma que se hacen de Dios, el cual no puede de ningún modo confundirse con el conjunto de la naturaleza. Entenderlo así equivale en el fondo a decir que no hay Dios.

c/ Al determinismo predestinacionista: De acuerdo, Dios sabe lo que yo haré; pero esto no determina mi acción, porque Dios está fuera del tiempo, y abarca toda la realidad y toda la historia con una sola mirada. Por tanto, no es que yo haré tal acto porque El lo sabe, sino que El lo sabe porque yo lo haré.

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