Análisis del capítulo 8 de "Nada" de Carmen Laforet: La partida de Angustias

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Este pasaje se encuentra en la primera parte de la novela, capítulo 8, página 175.

El regreso de Angustias y el conflicto familiar

En este capítulo, pasadas las vacaciones, la tía Angustias llegó a media noche y se encontró por sorpresa con Gloria en la calle. Entonces, el escándalo en la casa de la calle Aribau no tardó en producirse, fue una gran discusión a la que se añadieron Juan y la Abuela. Esa noche se convirtió en una noche de gritos, gemidos y llantos, pero al final, Andrea consiguió dormirse.

A la mañana siguiente, por orden de Angustias, la criada despertó a Andrea. La joven fue a la habitación de su tía y ésta le comentó que se iba a ir a una comunidad religiosa. También le expresó lo decepcionada que estaba con ella por su comportamiento y le recomendó que, cuando ella partiera, administrara bien su pensión, siendo justa y generosa.

Cuando Andrea salió de la habitación, se encontró con Gloria, ésta le enseñó las marcas que le habían empezado a salir por la violencia que había sufrido la noche anterior. Había sido Juan, su marido, quien le había pegado abusivamente mientras los demás “dormían”.

Antecedentes y consecuencias de la partida de Angustias

El capítulo 7, anterior a este, trata de cuando Angustias aún estaba de vacaciones, se fue de la casa sin decir a nadie adónde iba. Su jefe, que se había refugiado en la casa de Aribau durante la guerra, llegó más tarde preguntando por ella; pero la Abuela no quiso darle información.

Así pues, ya que la habitación de Angustias se había quedado vacía, Andrea se instaló en ella. La primera noche que durmió en aquel dormitorio, se asustó por la presencia de Román, así que decidió ir a hablar con él un par de días después. El hombre la quiso atemorizar y le dijo que él era quien tenía control sobre el comportamiento de todos los personajes de la casa.

En el capítulo 9, posterior, la decisión de Angustias de ingresar en un convento hizo que sus amigas se reuniesen con ella en casa para recordar viejos tiempos. Gloria le contó a Andrea lo contenta que estaba de que la mujer se fuera, porque Angustias tenía la culpa del maltrato que había sufrido por parte de Juan. Andrea le preguntó a Gloria adónde quería ir a esas horas y le dijo que iba a visitar a su hermana. Román también estaba contento con la partida de Angustias pero, por otra parte, no lo estaba, ya que no podría fisgonear más en el diario de su hermana ni en las cartas de amor que recibía.

Reacciones a la partida y análisis de personajes

En cuanto a Andrea, la chica se sintió aliviada con la partida de su tía. A partir de aquel día, nadie le iba a poner más normas ni obligaciones.

El día que se marchó Angustias, todos la despidieron, excepto Román, que no apareció. Cuando el tren partía, Juan, furioso, empezó a gritarle a su hermana que era una malvada, que no se casó con Jerónimo porque su padre le había dicho no era suficiente para ella, le recriminó que ella no apreciara a Gloria... En aquellas palabras, le salió todo el odio que llevaba dentro, después de tantos años de convivencia.

La vuelta a casa fue un desastre.

En los capítulos que hemos comentado, se puede ver, mediante signos de exclamación, la expresividad de los personajes. Se dicen todo lo que piensan los unos de los otros, discuten, incluso se agreden. Por otra parte, Andrea se para a describir lo que ve en el espejo, el reflejo de ella a sus dieciocho años y la descripción de la mano de su tía. Usa la primera persona del singular y explica lo que siente tras las palabras de Angustias. El nombre de esa mujer hace referencia a su carácter amargado. Ella impone normas a Andrea y no la deja actuar con la libertad que ella necesitaba.

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