Anarquismo y socialismo en España

Clasificado en Historia

Escrito el en español con un tamaño de 1,72 KB

El anarquismo arraigó fuertemente entre los obreros de Cataluña y el campesinado andaluz. A finales del siglo XIX, el anarquismo defendió la formación de grupos autónomos que atentasen contra la sociedad burguesa y capitalista. De este modo se produjeron numerosos atentados y la sociedad entró en una gran espiral de violencia, dada la fuerte represión que en respuesta se ejerció sobre el movimiento obrero.

La proliferación de atentados impusó a que grupos de anarquistas contrarios a la violencia fundaran sindicatos obreros con el bojetivo de conducir a los obreros hacia la revolución social. Esta corriente anarco-sindicalista fundó, en 1910, la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), que llegó a ser el sindicato más importante de España.

Por su lado, el marxismo tuvo mayor influencia entre el proletariado, y clase media, de Madrid, el País Vasco y Asturias. Bajo el impulso de Pablo Iglesias, en el año 1879, los marxistas fundaron el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y en 1888 impulsaron la creación de un sindicato socialista, la Unión General de Trabajadores (UGT).

A diferencia de los anarquistas, que se declaraban apolíticos, los socialistas defendían la participación en las elecciones. Pretendían llevar al Parlamento diputados obreros que defendiesen a los trabajadores y consiguiesen leyes favorables a sus intereses (reducción de la jornada laboral, prohibición del trabajo infantil, regulación del trabajo femenino, descanso semanal...)

A pesar de que el sufragio universal (1890) abrió nuevas expectativas electorales, la influencia del socialismo en España creció lentamente y el PSOE no consiguió un diputado hasta el año 1910, en la persona de Pablo Iglesias.

Entradas relacionadas: