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Ludwig Feuerbach: Sus ideas: El hombre se distingue de los animales porque tiene capacidad de desarrollar conciencia de sí mismo. El fracaso del hombre religioso ha sido proyectar su conciencia fuera de sí y atribuir a un ser llamado Dios todo lo que es él mismo. Todos los atributos y predicados que la religión considera como propios de Dios pertenecen en realidad al hombre. Dios no es un espejo en el que el hombre se refleja a sí mismo (espejismo). La religión es una proyección de la conciencia humana que tiende a buscar su felicidad. Dios es el doble imaginario y perfecto del hombre. El hombre está alienado. Hay que acabar con la religión para que el hombre pueda ser realmente él mismo. La religión quedará totalmente superada cuando el hombre se encuentre plenamente a sí mismo. Respuesta desde la fe: El hecho de que el hombre haya deseado siempre la existencia de un dios no demuestra nada a favor o en contra de su existencia real. La suposición de que el hombre sin Dios se realiza más plenamente a sí mismo no está en absoluto demostrada, ni se puede verificar históricamente. Esta crítica llama la atención sobre una tentación siempre presente en la fe: fabricarse un dios a la medida de nuestros deseos o intereses. Es el peligro de manipular a Dios poniéndolo a nuestro servicio o de no aceptarlo tal y como es y se ha manifestado a los hombres.

Sigmund Freud: Sus ideas: La estructura psíquica humana está formada por estos niveles psíquicos: El ELLO: Es la parte instintiva de nuestra personalidad. Son las pulsiones básicas formadas por la sexualidad y la agresividad. También están todas las represiones producidas en el individuo. Su principio de funcionamiento es el principio de placer (satisfacción-insatisfacción). Si no se consigue satisfacción, está irrealizado. El SUPER-YO: Representa la exigencia ética y moral de la persona. También están todas las interiorizaciones culturales y morales desde la infancia. Constituye el ideal del yo y actúa como conciencia, aprobando o no las conductas. Funciona según el principio del deber (bueno-malo). El YO: Son los elementos conscientes. Su misión es adaptarnos a la realidad. Funciona según el principio de realidad (conveniente-inconveniente). Para Freud las ideas religiosas son una ilusión, su origen se encuentra en las profundidades del psiquismo. Las oraciones y los ritos religiosos solo persiguen calmar la ansiedad. Respuesta desde la fe: El hecho de que la persona busque seguridad psicológica en Dios no dice nada a favor o en contra de la existencia de un dios independiente de los deseos humanos. Su crítica rechaza los infantilismos con los que se vive la fe, refugiándose en ella para no afrontar la madurez personal o las dificultades de la vida. También desenmascara falsas imágenes de Dios: un dios autoritario con normas y castigos.

Friedrich Nietzsche: Sus ideas: Su reflexión parte de la experiencia profunda de la vida: la insatisfacción que experimentamos frente a la realidad. Necesitamos orientar y ordenar el mundo de la experiencia de nuestra vida, apoyarnos en algo o en alguien porque en nuestra debilidad non somos capaces de soportar solos la vida. Aparece por eso un resentimiento a lo real, si este mundo es aparente, debe haber un mundo verdadero.



La moral cristiana ha sido un factor fundamental en la consolidación de una concepción débil de la existencia. Jesús construyó una religión de débiles y resentidos. Proclama la muerte de Dios. Muerto Dios queda el hombre, su vida y su existencia. Sin moral y sin Dios queda el nihilismo. Esta nueva humanidad que debe surgir más allá del bien y del mal está representada por el superhombre, que será el vencedor de Dios y de la moral diciendo sí a la  vida misma. Respuesta desde la fe: Su crítica parte de una forma diferente de entender la humillación de Jesús y la humildad del creyente. El sentido de la vida que propone es un sinsentido o una falta de orientación y adoptarlo dificultaría la construcción de una personalidad estructurada coherentemente y la integración solidaria en una colectividad.

Albert Camus: Sus ideas: Ciertas experiencias desgarradoras como las de la segunda guerra mundial, hace que cuestione los elementos absurdos de la existencia humana. Muestra el problema del sentido del mal, del dolor y de la muerte. Profundiza en la existencia del mal presente en el mundo, pero huye de cualquier solución religiosa. Rechaza un mundo en el que los inocentes sufren y cree que es posible hacer algo para evitarlo: una opción decidida por los humillados, en favor de la justicia, haciendo todo lo posible o por el bien de los demás y sin esperar una recompensa por ello. Una rebelión humana contra el mal humano y contra el Dios que lo permite. Respuesta desde la fe: El mal es la ausencia del bien que el hombre conoce y desea, tendemos instintivamente a la felicidad y plenitud. Las limitaciones humanas, el mal y la muerte pueden llevar al hombre a la trascendencia, es decir, a la búsqueda del sentido de la vida más allá del hombre y de su historia. Al rechazar la trascendencia, se pierde en el hombre el deseo de felicidad y plenitud y también el sentido de la lucha contra el mal.

Emmanuel Mounier: Sus ideas: 1.La persona: Una persona es un ser espiritual constituido por una forma de subsistencia e independencia de su ser, mantiene esta subsistencia mediante la adhesión a una jerarquía de valores libremente adoptados, asimilados y vividos en un compromiso responsable y en una constante conversión. Persona no es lo mismo que individuo. Es una unidad que hay que alcanzar, un trabajo de interiorización que hay que realizar para desarrollarse auténticamente. La vocación es la llamada a esa construcción interior que lleva a definirse asimilando y viviendo determinados valores en libertad. Todos los elementos y partes de la vida se organizan en torno a esos valores. 2.El valor fundamental: Personalismo no es igual a individualismo. El personalismo es la afirmación del valor absoluto de la persona humana. La persona es un absoluto respecto a cualquier otra realidad material o social y de cualquier otra persona humana. Ninguna otra persona u organismo puede utilizarla legítimamente como medio. Dios, en la doctrina cristiana, respeta su libertad. La civilización personalista: Una civilización personalista es una civilización cuyas estructuras y espíritu están orientados a la realización como persona de cada uno de los individuos que la forman. Tienen como último fin el poder acceder al máximum de iniciativa, responsabilidad y vida espiritual.

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