Brazada filipina
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Relación y coordinación de movimientos.
La respiración se realiza en la fase de empuje de la brazada, cuando los codos se dirigen hacia abajo y hacia el tórax. La cabeza se eleva hacia delante y hacia arriba, se toma el aire, y luego se baja para facilitar el desplazamiento de los brazos hacia delante durante el recobro y disminuir la resistencia frontal.
La coordinación de los movimientos en la técnica de pecho, requiere atención especial para aprovechar la brazada y la patada en la propulsión.
Los brazos deben iniciar su ataque, pasando por el apoyo y la tracción, al realizar la flexión de las piernas (recobro), luego extenderse hacia delante y realizar, en forma simultánea, la enérgica rotación y extensión de las piernas. Así se obtiene un deslizamiento del cuerpo totalmente extendido.
Recobro
Se realiza cuando los brazos, flexionados, finalizan el empuje y se proyectan hacia delante, al extenderse frente a la cara, la cual desciende ligeramente para facilitar el desplazamiento.
Algunos entrenadores recomiendan la colocación de una mano sobre la otra al realizar el recobro, otros aconsejan que las manos se lleven hacia delante, cortando el agua con el dedo pulgar hacia arriba.
Patada
Se diferencian dos fases en la ejecución de la patada:
Recobro: cuando las piernas se flexionan en las rodillas y se acercan a la cadera.
Ataque: se lleva a cabo realizando la eversión de los pies, la rotación externa de la pierna y la extensión enérgica de la articulación de la rodilla, produciendo un movimiento circular, hacia fuera, hacia atrás y hacia adentro.
Cuando se realiza este “latigazo”, las piernas permanecen brevemente extendidas, hasta que después de iniciarse el ataque de la brazada, comienzan su recobro.
Todas las acciones de los brazos son simétricas y simultáneas. A diferencia del crol, espalda y mariposa, el recobro y el ataque se realizan dentro del agua.
La brazada consta de dos fases:
Ataque y acciones propulsoras de los brazos.
Recobro y acciones de preparación o recuperación de los brazos.
El ataque se puede dividir en tres subfases: Apoyo - Tracción - Empuje.
En el apoyo, los brazos se desplazan hacia abajo, hacia fuera y hacia atrás, y así obtienen el agarre inicial de la brazada. Las superficies de “remo” son básicamente, las palmas de las manos y los antebrazos.
La tracción cumple la segunda y más importante fase de propulsión de la brazada. Se realiza con los brazos flexionados, los cuales forman una especie de rombo, que tiene la cabeza del nadador como vértice superior.
Por cuanto la brazada regular de pecho nunca sobrepasa la mitad del tronco en su ataque, la subfase de empuje es muy breve y, a diferencia de otras técnicas de nado, menos significativa. No quiere decir con esto que el empuje desaparezca, ya que facilita la realización de la respiración y prepara para la ejecución efectiva del recobro.
La respiración se realiza en la fase de empuje de la brazada, cuando los codos se dirigen hacia abajo y hacia el tórax. La cabeza se eleva hacia delante y hacia arriba, se toma el aire, y luego se baja para facilitar el desplazamiento de los brazos hacia delante durante el recobro y disminuir la resistencia frontal.
La coordinación de los movimientos en la técnica de pecho, requiere atención especial para aprovechar la brazada y la patada en la propulsión.
Los brazos deben iniciar su ataque, pasando por el apoyo y la tracción, al realizar la flexión de las piernas (recobro), luego extenderse hacia delante y realizar, en forma simultánea, la enérgica rotación y extensión de las piernas. Así se obtiene un deslizamiento del cuerpo totalmente extendido.
Recobro
Se realiza cuando los brazos, flexionados, finalizan el empuje y se proyectan hacia delante, al extenderse frente a la cara, la cual desciende ligeramente para facilitar el desplazamiento.
Algunos entrenadores recomiendan la colocación de una mano sobre la otra al realizar el recobro, otros aconsejan que las manos se lleven hacia delante, cortando el agua con el dedo pulgar hacia arriba.
Patada
Se diferencian dos fases en la ejecución de la patada:
Recobro: cuando las piernas se flexionan en las rodillas y se acercan a la cadera.
Ataque: se lleva a cabo realizando la eversión de los pies, la rotación externa de la pierna y la extensión enérgica de la articulación de la rodilla, produciendo un movimiento circular, hacia fuera, hacia atrás y hacia adentro.
Cuando se realiza este “latigazo”, las piernas permanecen brevemente extendidas, hasta que después de iniciarse el ataque de la brazada, comienzan su recobro.
Todas las acciones de los brazos son simétricas y simultáneas. A diferencia del crol, espalda y mariposa, el recobro y el ataque se realizan dentro del agua.
La brazada consta de dos fases:
Ataque y acciones propulsoras de los brazos.
Recobro y acciones de preparación o recuperación de los brazos.
El ataque se puede dividir en tres subfases: Apoyo - Tracción - Empuje.
En el apoyo, los brazos se desplazan hacia abajo, hacia fuera y hacia atrás, y así obtienen el agarre inicial de la brazada. Las superficies de “remo” son básicamente, las palmas de las manos y los antebrazos.
La tracción cumple la segunda y más importante fase de propulsión de la brazada. Se realiza con los brazos flexionados, los cuales forman una especie de rombo, que tiene la cabeza del nadador como vértice superior.
Por cuanto la brazada regular de pecho nunca sobrepasa la mitad del tronco en su ataque, la subfase de empuje es muy breve y, a diferencia de otras técnicas de nado, menos significativa. No quiere decir con esto que el empuje desaparezca, ya que facilita la realización de la respiración y prepara para la ejecución efectiva del recobro.