La Casa de los Espíritus: Análisis Político y Social

ASPECTOS POLÍTICOS Y SOCIALES

La Casa de los Espíritus (LCDE) (1982), narra la saga de la poderosa familia de terratenientes latinoamericanos, cuyo patriarca, ET, ha construido con mano de hierro un imperio privado que empieza a tambalearse a raíz del paso del tiempo y de un entorno social explosivo.

Relaciones familiares y tensiones sociales

Atrapados en las dramáticas relaciones familiares, los protagonistas de esta novela encarnan las tensiones sociales y espirituales de toda una época. Isabel Allende escribió esta novela tras verse obligada a exiliarse de su país en el año 1973 cuando su tío Salvador Allende, fue derrocado durante el golpe militar encabezado por el general Augusto Pinochet.

Contexto histórico y literatura hispanoamericana

Nos encontramos ante una novela que se sitúa dentro del ámbito y las peculiaridades de la literatura hispanoamericana. LCDE es la historia de una saga familiar ambientada en una ciudad latinoamericana sacudida ferozmente por un pasado confuso e impreciso y por un presente marcado por cambios políticos y económicos, guerrillas, en definitiva, lucha por las libertades.

Abusos de poder y lucha por las libertades

Este trasfondo histórico tendrá gran importancia en la obra, pues los abusos de poder y las injusticias a los que ET somete a los campesinos que trabajan sus tierras serán la chispa que desencadene una serie de circunstancias trágicas que marcan profundamente el destino de todos y cada uno de los personajes de la novela y que los conducirá irremisiblemente hacia la fatalidad, el error y la infelicidad.

El golpe de Estado de Pinochet

El hecho de que la autora inicie su relato a principios del siglo XX se explica por su intención de presentar el golpe de Estado de Pinochet como resultado de un proceso en el que tienen trascendencia los cambios sociales y estructurales. La novela refleja la estructura económica y social de Chile.

Oligarquía terrateniente y campesinado

El modelo social que prevalece en LCDE es el de la oligarquía terrateniente, representado por ET, un patrón que ejerce el poder a través de la violencia y que se perfila como el único preparado para administrar el destino de sus iletrados inquilinos. El campesinado es víctima de este anquilosado sistema. Ignorante y sumiso, carece de espíritu de rebelión y acepta sin cuestionamiento lo impuesto por la tradición o por el tiempo.