La construcción del personaje stanislavski pdf

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LA RENOVACIÓN REALISTA

Destaca la labor de dos directores de escena que teorizan sobre como debe ser el montaje y la interpretación dramática, estableciendo la representación realista. El primero en comenzar fue el Frances André Antoine (1858-1943), fundador del Teatro Libre de París en 1887. Antoine represento en su sala obras de autores naturalistas que no encontraban sitio en los teatros parisinos por sus propuestas ideológicas antiburguesas: Ibsen, Strindberg. La importancia de Antoine reside en la forma en la que las obras son representadas, que se caracteriza por los siguientes aspectos:

-Todos los actores tienen la misma importancia.

-Elimina el retoricismo y gesticulación en que se basaba la interpretación del siglo XIX, pues entiende que la finalidad del teatro es crear impresión de verdad, que el espectador vea al personaje como un ser humano real y no como un interprete.

-Rompen con el convencionalismo tradicional de tener que estar dando cara siempre al público.

-Intención de conseguir la ilusión de la realidad.

Stanislavski (1863-1938) funda en Moscu un teatro con intenciones similares a las de Antoine, su trabajo se centra en el método de interpretación, Stanilavski se interesa por la realidad interior de los personajes, intentando reflejar la complejidad de sus sentimientos y experiencias. Para conseguirlo el autor tiene que identificarse plenamente con el personaje, sentirse dentro de piel.

 

George Bernard Shaw (1856-1950), compone unas obras en las que domina el debate de ideas y la critica de los convencionalismos e hipocresía de la sociedad de su tiempo, aunque sin la denuncia radical de los fundamentos del sistema vigente, su perspectiva critica es expuesta de manera directa en la trilogía Comedias desagradables y de una manera mas suavizada en la que es, probablemente las mas conocida, Pigmalion, el universo dramático de Shaw se aparta del maniqueísmo típicamente naturalista que dividía el mundo en personajes bondadosos y malvados, todos sus personajes son malos, aunque tienen la suficiente bondad como para permitir su salvación en los finales felices que culminan sus obras.

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