El contractualismo: Hobbes, Locke y Rousseau

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El contractualismo

Es una explicación o justificación de la existencia de las sociedades políticas, de la legitimidad del poder que de ellas surge y de la obediencia que le deben aquellos que la forman. Así el contractualismo en sus tres autores clásicos: Hobbes, Locke y Rousseau, se constituye en una respuesta alternativa a la preocupación por el origen y condiciones de la obligación política frente a las teorías del derecho divino de los reyes, defendidas y utilizadas como justificación de su poder por parte de los monarcas absolutos europeos en los siglos XVII y XVIII

Thomas Hobbes (1588-1679)

Es considerado uno de los principales filósofos políticos ingleses. En 1651 publica una de sus obras más célebres: Leviatán. En esta obra Hobbes platea la primera formulación del contrato social, posteriormente recogido y reformulado por otros autores.

Locke (1632 - 1704)

Filósofo y médico; pese a que continúa la tradición contractualista inglesa iniciada por Hobbes y, a que retoma muchos de los elementos que este autor utilizó en sus teorías, llega a conclusiones diferentes. Para él, aunque coincide con Hobbes en que una de las principales finalidades del Estado es lograr la paz y la seguridad, no se hace necesario instaurar un poder monstruoso y concentrado como el Leviatán de Hobbes.

El contrato social

Esta obra de Jean-Jacques Rousseau es el resultado final de un proyecto iniciado en 1743, cuando era secretario del embajador en Venecia; lo que había de ser un amplio volumen sobre las instituciones políticas acabó convirtiéndose en un extracto que el autor tituló El contrato social o principios de derecho político (1762). De ahí la advertencia inicial: “Este pequeño tratado se ha extraído de una obra más extensa, iniciada sin haber consultado mis fuerzas y abandonada después de algún tiempo. De los diversos fragmentos que podían extraerse de ella, éste es el más considerable, y lo que me ha parecido menos indigno de ser ofrecido al público.

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